El testigo protegido número 26 del ‘caso Cursach’ es el líder de un conocido grupo de trileros de s’Arenal. | Alejandro Sepúlveda

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El nuevo –y demoledor– informe de la Policía Nacional contra Penalva, Subirán y el Grupo de Blanqueo desvela que el testigo protegido número 26, un trilero de s'Arenal, fue «premiado» por su declaración contra policías locales a los que ni siquiera conocía y por sus acusaciones contra Cursach. La recompensa fue que el juez le levantó una orden de destierro y pudo seguir en la Isla.

El testigo protegido número 26 había hecho del trile su modus vivendi, según consta en el informe. En agosto de 2016, la Policía Local señaló a muchos de ellos en s'Arenal y los acusó de grupo criminal, lo que amenazaba su existencia como banda.

Prohibición de residir aquí

La instrucción del atestado recayó en esas fechas en el Juzgado de Instrucción número 12, cuyo titular era Penalva, que dictó un auto acordando «la inmediata prohibición de residir y/o acercarse a la isla de Mallorca». El trilero, sin embargo, no respetó la medida y fue detenido por quebrantamiento de cautelar. En septiembre de 2016, Penalva habló con él y le dejó en libertad. Es entonces, cuando juez y fiscal se cruzan wasaps: «Tengo un trilero que vendrá el miércoles a contar sobre mordidas del GAP. No sé si hacerlo como comparecencia voluntaria o en pieza secreta y darle condición de protegido».

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El otro replica: «Lo segundo». Entonces, el delincuente acude al juzgado de Penalva «de manera libre y voluntaria» y detalla una red de policías locales de Palma corruptos, que se quedaban el dinero del trile, iban con prostitutas y daban palizas. Todo ello desde 2008. Lo curioso, como consta en el informe, es que ni la Policía Nacional ni la Guardia Civil habían oído nada de aquello. El trilero, en realidad, ni conocía a muchos de los policías. Seguidamente, al final de su declaración, desvela otro dato apabullante: había trabajado en la discoteca BCM y sabía que Cursach «infectaba de drogas a sus trabajadores, para que rindiera más».

Es decir, de repente desvela una trama tremenda de corrupción policial y al empresario de la noche, las dos principales obsesiones de Penalva y Subirán. A cambio, el 7 de septiembre de 2016 el juez le levantó al trilero la orden de destierro de Mallorca.

Aluvión de apoyos al periodista de ‘Ultima Hora' amenazado por el juez Penalva

Aluvión de mensajes de apoyo a Julio Bastida, periodista de sucesos de Ultima Hora, amenazado por el juez Penalva y el exfiscal Miguel Ángel Subirán. El magistrado tenía intención de «liarse a tiros con el mamón del periodista» que cuestionaba en sus informaciones la instrucción de la causa. En menos de 24 horas, el redactor recibió más de 600 mensajes.

Entre ellos, se encontraban más de una veintena de alcaldes, regidores, policías, guardias, vigilantes, equipos sanitarios, bomberos, periodistas, emergencias y sindicatos policiales. También mostraron su apoyo la asociación y el sindicato de periodistas de Balears.