Los hechos, reconocidos en la jornada de este martes por el imputado en un juzgado de lo Penal de Palma, tuvieron lugar de abril a mayo de 2017. En ese momento la víctima contaba con 17 años de edad.
Numerosos abusos
A mediados de abril, cuando la joven se encontraba en la casa familiar, el procesado se dirigió a ella proponiéndole tener relaciones sexuales. «¿Quieres follar?», le preguntó el varón, tal y como refleja el escrito de acusación pública.
Una semana más tarde, el 22 de abril, también en la misma vivienda, el acusado se acercó a la perjudicada mientras esta estaba en la cocina y le restregó el pene con los pantalones puestos en el hombro de la joven, al tiempo que le decía «venga, vamos». No contento con ello le tocó un pecho y se sacó el miembro viril para mostrárselo a la chica. Asimismo le cogió la mano y quiso llevársela hacia su pene, pero ella se resistió. El último episodio de los abusos reconocidos por el acusado tuvo lugar el 7 de mayo del mismo año. En esta ocasión, mientras la joven se encontraba en una de las habitaciones del domicilio, el hombre se aproximó a la ventana y comenzó a masturbarse delante de ella.
En un principio la Fiscalía solicitaba para el hombre una pena de tres años de prisión por un delito continuado de abuso sexual. Tras un acuerdo de conformidad entre las partes la condena quedó fijada en dos años de cárcel y otros dos de libertad vigilada. El ministerio público tuvo en cuenta el atenuante de reparación del daño, ya que el acusado indemnizó a la víctima antes de la celebración del juicio. La pena de cárcel quedó suspendida por un plazo de tres años y medio con la condición de no delinquir en este tiempo y la realización de un programa formativo de educación sexual.
2 comentarios
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Dos años? Esto es una invitación para más perturbados aprovechar de la ocasión.
Lo que no entiendo es porqué la chica seguía viviendo en esa casa. Desde la primera insinuación del cerdo ese o se va él o ella coge sus cosas y se larga a otro sitio con o sin su pareja.