El joven tiroteado, de espaldas, prefirió mantener su identidad en el anonimato. | Alejandro Sepúlveda

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Incredulidad y miedo. Las dos víctimas de un tirador de solo 9 años en Palma relatan cómo vivieron los momentos de los disparos. La madre del menor de 14 años cuenta que su hijo se sustó mucho y Bruno de 26 explica que las consecuencias podrían haber sido muy graves: «Si me da en un ojo lo habría perdido».

La Policía Nacional identificó este martes a un niño como el autor de al menos dos disparos con una pistola de aire comprimido contra peatones de la barriada palmesana de Foners.

Tal y como adelantó Ultima Hora, el primera caso se produjo a las siete y media de la tarde del sábado, cuando un joven de 14 años que había salido a comprar recibió un perdigonazo en el omoplato, en la calle Pare Guillem Vives. «Se llevó un buen susto porque al principio no sabía qué tipo de bala era», contó este miércoles su madre, que tras enterarse de lo ocurrido acudió a esa calle y buscó el proyectil. Luego fue a policía a denunciar.

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Segundo caso

Al día siguiente, domingo, a la misma hora, un palmesano de 26 años llamado Bruno pasaba por esa misma calle, según contó también a este periódico: «Iba caminando con mi cuñado para ver los cachorros que su perrita había tenido cuando, de repente, oímos una detonación muy fuerte. Mi cuñado me dijo: ‘Nos han tirado un petardo', pero yo me miré el brazo y vi que tenía una herida. Me acababan de disparar y no me lo podía creer». El muchacho sintió un dolor intenso y vio como un niño se escondía en un balcón próximo de un primer piso, a unos 10 metros de distancia aproximadamente. «Fuimos para ese portal y empezamos a llamar, pero no nos abrían. También llamé a la policía. Tardaron unos 50 minutos y al final llegaron y tocaron ellos a la puerta. Entonces sí que les abrieron», añadió. «Era un matrimonio marroquí o pakistaní que dijo que habían estado esos 50 minutos en el trastero, buscando no sé qué. Yo no me creía nada y me enfadé. Luego se disculparon y la policía me dijo que había sido el hijo del matrimonio, de nueve años, el que me había disparado». El arma utilizada fue una pistola de aire comprimido, accionada con una bombona de Co2. Bruno acudió a Son Espases, donde le atendieron de la herida que presentaba y después interpuso la correspondiente denuncia en la Jefatura. Ayer, en la entrevista con este diario, se mostró afectado por lo ocurrido: «Si me da en un ojo lo habría perdido. Incluso si me llega a impactar en la sien no sé qué habría pasado». Ahora, la Policía Nacional investiga si además de los dos heridos hay más víctimas del precoz francotirador que no han denunciado.

La policía se ha entrevistado con los padres del menor, que aseguran que cogió el arma en un descuido. Sin embargo, los disparos ocurrieron dos días distintos y todavía hay algunas incógnitas que resolver. La pistola ha sido intervenida.