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Siete años sin Malén Ortiz, desde que esta joven de 15 años desapareció sin dejar rastro en Son Ferrer, en el municipio de Calvià, el 2 de diciembre de 2013 tras salir del instituto, cuando iba en patinete a casa de su novio a comer.

Por ello, su madre y su abuela han convocado una nueva concentración el próximo miércoles, a las cuatro de la tarde, a la hora en la que fue vista por última vez. Será en el aparcamiento del vivero de Sa Porrasa.

Este acto se está publicitando a través de la redes sociales y se recuerda que hay que acudir con mascarilla y guardar la distancia de seguridad que marca la normativa de la covid-19.

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Las etiquetas que acompañan la convocatoria son «#NosFaltaMalen» y «#TodosyTodasporMalén». En un reciente wasap, la madre y la abuela de Malén -Natalia Rodríguez y Margarita Pavón- señalaban que ya son «siete malditos años sin poder ver la sonrisa de nuestra querida Malén, por eso nos concentramos a la misma hora de su desaparición y donde se captó la última imagen en el parking del vivero de Sa Porrasa-Magaluf».

Tras salir del instituto de Santa Ponça y bajar de un autobús, una cámara de seguridad del vivero de Sa Porassa-Magaluf captó la última imagen que se tiene de Malén, justo cuando montaba en su patinete para comer en casa de su novio en Son Ferrer, a unos cientos de metros. Poco antes habló con la secretaria de su padre para avisar de que comería con su novio, quien aseguró en su día a los investigadores que Malén nunca llegó a su casa.
Eran las 15.45 horas del 2 de diciembre de 2013. Han pasado siete años y sigue desaparecida.

Llegó a ser el asunto que más ocupó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Baleares durante al menos los primeros seis meses tras la desaparición. Con ocasión del 18 cumpleaños de Malén el 28 de octubre de 2018, su madre declaró: «Sí, es necesario seguir, considero que mi hija realmente va a ser una desaparecida el día en que se deje de mencionar su nombre, el día en que se deje de publicar su foto, el día que la gente no se acuerde de la cara de mi niña: mientras tanto voy a seguir luchando».

Desde entonces se organizan concentraciones de manera periódica para recordarla -ahora tiene 22 años- y reivindicar que continúe la búsqueda por parte de las Fuerzas de Seguridad.