Agentes de la Policía Nacional en Palma en una foto de archivo. | Alejandro Sepúlveda

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Pasaban pocos minutos de las cinco de la tarde del 2 de julio de 2017. En un salón de juegos del Camino Nou de Palma reinaba la calma. Nada hacía presagiar lo que iba a ocurrir. Un hombre irrumpió en el establecimiento y se fue directo hacia el empleado que se encontraba allí en ese momento. Desenfundó una catana y le dijo que no se iba del local sin cobrar el finiquito de una exempleada. Esa antigua trabajadora era su pareja sentimental. Amenazó con romper las máquinas de juego si no recibía el dinero y si no se veía con el encargado, del que dijo que le iba a «cortar el cuello».

Por estos hechos la Fiscalía solicita para el hombre, que acabó detenido por agentes de la Policía Nacional, no sin enfrentarse a ellos, una pena de dos años y medio de prisión como autor de un delito de amenzas y uno de resistencia. De camino a la Jefatura golpeó el coche policíal, causándole varios desperfectos, por los que tendrá que abonar una multa de 540 euros. El juicio se celebrará en 2021 en un juzgado de lo Penal de Vía Alemania.

Empleado

Quería hablar con el encargado, pero con quien se topó fue con un empleado que estaba en ese turno. Tal y como relata el ministerio fiscal en su escrito de acusación, el imputado sacó una catana que portaba con él a escasos centímetros del trabajador. Amenazó con no irse de allí hasta no cobrar el finiquito que se le debía a su pareja sentimental, que había terminado su contrato en la empresa. El empleado no supo cómo reaccionar, al tiempo que temía por su integridad.

Mientras, el hombre exigía verse con el encargado a quien «iba a cortar el cuello». Finalmente el trabajador pudo avisar a la Policía Nacional, que se personó en el lugar y arrestó, no sin problemas, al varón, de nacionalidad española.

En unas semanas, el imputado será juzgado en Palma como autor de un delito de amenazas y daños.

«Alguno de vosotros vais a morir, la Isla es muy pequeña y os conozco»

Cuando los agentes de la Policía Nacional acudieron al salón de juegos tras el altercado y fueron a arrestar al sospechoso, este se encaró con ellos. «Algunos de vosotros vais a morir, la Isla es muy pequeña, os conozco», les dijo, tal y como relata la Fiscalía en su escrito de acusación. Los problemas con los agentes no terminaron ahí. En el traslado del lugar del arresto hasta los calabozos, el varón golpeó el coche policial, causándole daños en la puerta trasera valorados en 370, 27 euros. Esa cantidad deberá ser abonada por el procesado.