Los hechos juzgados se remontan al 27 de febrero de 2013. Ese día el imputado fue interceptado por la Benemérita minutos antes de las 9.00 horas conduciendo un vehículo, un BMW 320, haciendo uso del teléfono móvil. No sería la única vez. Apenas un año después fue sancionado por los mismos hechos.
Ya en 2015, entre febrero y mayo, volvió a ser descubierto por la Guardia Civil de Tráfico cometiendo irregularidades al volante. En la primera ocasión circulaba después de haber consumido droga y en la otra, de nuevo, por utilizar el móvil mientras conducía.
El procesado, con ánimo de eludir la pérdida de puntos de su carnet de conducir, en las cuatro ocasiones que fue interceptado y sancionado por la Guardia Civil se hizo pasar por su hermano. Empleó el nombre y los restantes datos personales del mismo y llegó firmar los boletines de denuncia como si fuese él. Evidentemente, el perjudicado no sabía nada de esto.
Se enteró de todo cuando el 13 de noviembre de 2015, recibió una notificación de Tráfico en la que se le informaba de que había perdido todos los puntos de su carnet de conducir. Averiguó lo ocurrido y denunció a su hermano.
Antes de la vista, celebrada en la sala de lo Penal número 2 de Vía Alemania, las partes alcanzaron un acuerdo de conformidad. El imputado aceptó el pago de una multa de 2.160 euros tras declararse autor de un delito de usurpación de estado civil.
3 comentarios
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Madre mia, le condenan despues de 8 años.no ha prescrito ?
Ja ho diuen, germans fins als set anys.
No entiendo que la Guardia Civil no comprobase su identidad a la hora de sancionarle..