«Nuestras hijas no pueden salir a la calle porque algunos internos las intentan violar. Se producen robos, palizas y rompen los cristales de los coches. Los queremos fuera de aquí», concluyen los manifestantes.
Esta improvisada marcha es fruto de los últimos altercados protagonizados por los internos del centro de menores Norai. El detonante de la marcha fue el incidente de un argelino que se encuentra hospitalizado en estado grave tras recibir una paliza por parte de un vecino de la zona al ver cómo el adolescente empezó a increpar a un grupo de chicas que se encontraba en un parque ubicado en Cap Enderrocat. Los hechos tuvieron lugar a las 19:20 horas del pasado lunes. Según las primeras hipótesis de la investigación y el testimonio de varios testigos, el interno no cesaba de hacerles proposiciones de índole sexual a las chicas. Es más, también apuntan que llegó a tocarle las nalgas a algunas menores.
En ese momento, un familiar de una de las víctimas se percató del ataque y acudió en auxilio de las chicas. Una vez allí, el joven se enfrentó al familiar y éste le propinó un puñetazo en la cara y una patada en la boca, dejándolo tendido en el suelo sangrando.
Rápidamente, agentes del Cuerpo Nacional de Policía y una ambulancia medicalizada del SAMU-061 se personaron en el lugar procediendo al traslado del herido hasta el hospital de Son Espases en estado grave. El chico tuvo que ser entubado dado que tenía problemas serios de respiración.
El mismo lunes, a las 21.35 horas, numerosas unidades de la Policía Nacional -provistas de escudos y cascos- tuvieron que acceder al interior del centro de menores Norai porque algunos internos estaban lanzando mobiliario desde las ventanas a la calle. Una vez dentro, los agentes redujeron a los chicos y pusieron orden en las instalaciones. Según los educadores, unos minutos antes se habían enzarzado en una reyerta varios internos.