Según fuentes próximas al caso a las que ha tenido acceso Ultima Hora, los hechos se produjeron a las 19.50 horas del pasado domingo. En ese momento, uno de los internos, argelino de 17 años de edad, se dirigió a uno de sus educadores y le pidió que le entregara una tablet. El profesional le dijo que en ese momento no se la podía facilitar, pero que tenía su teléfono móvil. A partir de ese instante, el adolescente comenzó a gritar, amenazar de muerte al trabajador y a decirle, en árabe y en español, que le entregara la tablet o tendría problemas.
Ante la negativa del personal docente, el joven cogió su teléfono móvil y lo estampó literalmente contra las escaleras a la vez que se enfrentaba al educador. En ese instante, otro trabajador acudió en apoyo de su compañero y le pidió al chico que se pusiera la mascarilla y que se tranquilizara. Es más, le pidió que saliera fuera un rato para tomar el aire y calmarse. Acto seguido, el argelino se abalanzó sobre los educadores iniciándose un forcejeo. Ante estos hechos, se optó por llamar a la Policía Nacional. El menor no cesaba de toser en la mano de los educadores, empujarles y amenazarles de muerte. A la llegada de las unidades policiales y, con los agentes presentes, el interno siguió profiriendo todo tipo de insultos y amenazas de muerte.
Unos de los docentes sufrió lesiones en una mano y el otro sufrió una crisis de ansiedad. Al final, los tres implicados fueron trasladados a un centro hospitalario para ser atendidos. Hasta el centro Norai, al margen de la ambulancias, también se personaron sanitarios y médicos del PAC de la barriada para atender a los heridos.
Barrotes
La dirección de Norai está acabando de instalar barrotes en las ventanas de la segunda planta. Se trata de una medida para evitar que los internos salgan a la fachada y traten de pasar de una habitación a otra. También quieren evitar que los internos se sienten en la ventana con los pies colgando.