El agresor, Juan Carlos Rivera, el día que fue trasladado a los juzgados de Inca en 2021. | Alejandro Sepúlveda

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Juan Carlos Rivera cuidaba de su tío Jorge García-Valiño, de 78 años, en un piso de alquiler situado en el número 10 de la calle Jardí de Inca. El día 23 de febrero de 2021 mantuvieron una discusión en el salón-cocina de la vivienda que acabó en el dormitorio del septuagenario. Su sobrino le presionó con ambas manos sobre la nariz y la boca y lo mató por asfixia. La Fiscalía pide 12 años de cárcel para el agresor por un delito de homicidio. El ministerio público tiene en cuenta la circunstancia atenuante de confesión después de que el autor del crimen confesara los hechos a la Policía Local de Inca a las 8.00 horas del día siguiente.

Un jurado popular en la Audiencia Provincial de Palma acogerá el juicio contra el acusado, defendido por el abogado Javier Lliteras, en los próximos meses. Juan Carlos Rivera deberá indemnizar a cada uno de los tres hijos del fallecido con 80.000 euros por daño moral y al hermano de García-Valiño con 40.000. La víctima era el hermano del padrastro del acusado, un exvigilante de seguridad de 59 años que se había hecho cargo del cuidado de su tío desde hacía aproximadamente dos meses. El hombre salía a pasear casi a diario con Jorge García-Valiño y los vecinos nunca observaron ningún problema entre ellos.

El 23 de febrero, entre las diez y las once de la mañana, tío y sobrino iniciaron una discusión, según la fiscal. En el transcurso de la disputa, la víctima se dirigió a su dormitorio y el acusado lo siguió.Con una de las manos le agarró por la nuca y con la otra le tapó la boca y la nariz ejerciendo una fuerte presión al tiempo que le decía: «Cállate, cállate». El agresor lo arrastró por la habitación hasta colocarlo encima de la cama, donde siguió presionando sobre su nariz y boca con ambas manos hasta que lo hizo callar para siempre.

El apunte

El asesino: «He perdido los nervios y he matado a mi tío»

El autor del crimen también confesó los hechos al propietario del piso de Inca en el que vivía de alquiler junto a la víctima: «He perdido los nervios y he matado a mi tío», le dijo. Pasó casi un día con el cadáver de Jorge García-Valiño en el dormitorio hasta que decidió avisar a la Policía Local. El hombre residía junto al septuagenario desde hacía tres meses. La Guardia Civil detuvo al agresor y ante la jueza aseguró estar arrepentido.