El buzón de Antonio y José Luis, en el 19 de la calle de Sant Joaquim de Palma, era este miércoles por la mañana casi el único indicativo de que esta pareja residía en el séptimo piso del edificio. Vivían allí desde hacía tiempo pero sus salidas, especialmente la de uno de ellos, se habían reducido al mínimo durante los últimos tiempos. Hasta tal punto, que la mayoría de personas de este tranquilo barrio desconocían su existencia. La pregunta más repetida este miércoles por la mañana en los dos bares de referencia del lugar era: «¿Sabes quiénes eran los dos ancianos que encontraron?». Tan solo un par de personas eran capaces de aportar algún dato.
Los dos fallecieron en silencio, ni el fuerte olor que desprendía su vivienda ni el correo acumulado en el buzón sirvieron de señal para que alguien viera que estos dos octogenarios llevaban más de un mes muertos. Unos detalles quizás difíciles de captar en estos tiempos de prisas y de miradas pegadas a una pantalla.
Quien finalmente intuyó algo fue su casero. El silencio de Antonio y José Luis le resultó extraño. No contestaban al teléfono y no había forma de contactar con ellos. Es por eso que hace unas semanas acudió a esta calle palmesana para preguntar por ellos. Mostrando una fotografía de Whatsapp preguntó en algunos comercios si alguien había visto a uno de estos hombres. Nadie lo había hecho, pero durante los últimos años era lo normal.
Agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional encontraron el martes sus cadáveres en el lugar. Los impagos fueron la señal definitiva de que algo no iba bien. El propietario de la vivienda contactó con la sala del 091 para informar que no tenía noticias de sus inquilinos desde hacía bastante tiempo y que al acudir al domicilio detectó un fuerte olor y nadie le abría la puerta. En el lugar, agentes de la Policía Nacional procedieron a la apertura de la puerta del inmueble y se encontraron a los dos octogenarios sin vida. Está previsto que en las próximas horas se les practique la autopsia, aunque los cuerpos no presentaban signos evidentes de violencia.
En la calle de Sant Joaquim casi todo el mundo se conoce y aunque son extrañas dos muertes en estas circunstancias, este miércoles muchos vecinos se mostraban casi más sorprendidos por el hecho de no poder poner cara a los dos fallecidos. Las habituales esquelas no figuraban este miércoles en las puertas de los pequeños comercios que todavía resisten en los barrios. Los que sí los recordaban explicaban que los dos tenían un pequeño negocio en una calle cercana y que desde hacía años estaban retirados.
El paso del tiempo y algunos motivos de salud habían recluido a esta pareja en su vivienda. Uno de ellos estaba gravemente enfermo y el otro «durante los últimos años se había dejado mucho y casi ya no se dejaba ver por la zona», explicaba una vecina que relataba que «en una ocasión, no hace mucho, varios vecinos encontraron a este último a primera hora de la mañana muy desconcertado por la calle». La autopsia final del Instituto de Medicina Legal de Palma revelará si los dos hombres octogenarios murieron por causas naturales o de lo contrario, tal y como se especuló nada más conocerse la noticia, ambos habrían decidido quitarse la vida de forma conjunta. Lo que sí parece claro es que la pandemia, la de soledad, se instaló en el séptimo piso de esta calle.
18 comentarios
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Ya me gustaria a mi terminar la vida junto al amor de mi vida y en paz. Tal vez no eran personas simpatico-estupendas e hiper abiertas como parece que hemos de ser todos. En paz descansan.
Para nuestros mayores NADA para los emigrantes TODO . Viva la España PSOE
¿Y que esperan? Hay zonas de palma donde el movimiento de población es enorme. Mi padre hace unos meses me comentó que ya no sabía quienes eran los vecinos que había en la finca, la mayoría de alquiler. Esto ya no es como en la sociedades de hace cincuenta años donde sabías de quién eran hasta los críos de todo el barrio. Ahora vivimos el individualismo como nunca hasta sus últimas consecuencias.
Noticia muy triste... Que pena morir tan solos. Quiero decir al periodista Guillem que ha escrito un artículo muy correcto, con mucha sensibilidad y con unas palabras dedicadas a la soledad que me han emocionado.
"Los impagos fueron la señal definitiva de que algo no iba bien.".... He de descargar unas lágrimas mientras suelto esto: miseria de humanidad, tan deleznable, tristeza de existencia... Que bajeza la del ser humano... (No de los fallecidos, (aclaro para quién no entendió))... Ante esta noticia... Fé. Fé de que mañana seres mejores!
Hay que hacer algo, pero no se me ocurre el qué para evitar que la gente muera sola. Hay conflictos familiares a veces. Otras veces simplemente las personas tenemos conducta antisocial y mientras hay energías, pues se sale adelante. No sólo es preocupante el desapego familiar, sino también el desapego que hay entre vecinos. Un vecino es como una pequeña amistad. Y eso hace que estés más conectado a la vida.
Venga, a juzgar, moralizar y pontificar cuando no se sabe qué ha ocurrido, ni si acudieron a servicios sociales, ni nada de nada. En este país hablamos mucho y hacemos poco.
RaiguerMira com pensen alquelsque polític!. S'Ajuntament d'Alcúdia ha tancat sa residència d'ancians i els ha enviat a Palma i Sa Pobla, se veu que no són rendible per el municipi, En el seu puesto posaran oficines pes servicis socials i noltros demanan més residencies.
Esto,solo empieza ,,yo soy muy amigo,de un señor,de mi edad,(80 años),que tiene CUATRO HIJOS VARONES,a todos les ha dejado en vida,una casa,en un pueblo de Mallorca. AHORA,,me dice que,ya hace más de Siete meses,que no ve a ninguno NI TAN SIQUIERA LLAMADAS, NI POR ESTAS NAVIDADES. SÓLO me tiene a mi,y a otro,como nosotros,SÓLOS,con familia,pero, DESPRECIADOS POR SUS MISMOS HÍJOS.!!! ESTO,SOLO ACABA DE EMPEZAR......... Y,,,,,servicios sociales......¡¡HACEN LO QUÉ PUEDEN.!!! (les faltan muchos medios,y personal). Y,de los políticos....que pueden arreglarlo....... MEJOR NO HABLÉMOS..!!!!
Yo tengo vecin@s mayores que apenas veo porque mi entrada es independiente del edificio y aun así suelo verlos por lo menos una vez al día, cuando pasan 2 días sin verlos me extraña y le pregunto a los otros vecinos y os aseguro que mi marido y yo somos muy de ir a lo nuestro y aún así nos damos cuenta cuando falta alguien más de dos días. Las personas mayores son de rutinas fijas, como es posible que los vecinos no se dieran cuenta durante un mes? Los mismos vecinos que sabrán y hablarán de la vida de todos, que triste.