Imagen de archivo de una agente. | Alejandro Sepúlveda

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Yasin Kanza, el marroquí de 25 años detenido este miércoles en Algeciras (Cádiz) tras haber matado con un machete a un sacristán y herido a otras cuatro personas, entre ellas un sacerdote, vivía con otros dos jóvenes que han sido interrogados pero no detenidos, y según Interior tenía vigente una orden de expulsión del país, aunque carecía de antecedentes.

El Ministerio del Interior ha confirmado este jueves que el detenido tenía abierto un expediente de expulsión por situación irregular desde junio de 2022, aunque no constan antecedentes penales ni por delitos de terrorismo, ni en España ni otros países aliados. Tampoco consta que estuviera con anterioridad bajo seguimiento por agentes de los Servicios de Información o de otros grupos policiales, «ni en los últimos días ni anteriormente».

El expediente de expulsión se abrió el pasado mes de junio. Las citadas fuentes precisan que como se trata de un procedimiento administrativo cuenta «con todas las garantías» y, por tanto, «su ejecución no es inmediata».

Este jueves está previsto que se comiencen a analizar todos los efectos intervenidos tras el registro, según ha señalado Interior, que ha añadido que también se va a proseguir con el resto de investigaciones y se sigue con los interrogatorios sobre el detenido, que no tiene antecedentes ni en España ni otros países aliados.

La Policía Nacional registró anoche esta vivienda, ubicada en la calle Sevilla, en la que residía el presunto yihadista detenido por el ataque a tres iglesias. De momento Kanza permanece en dependencias policiales en espera de ser trasladado a Madrid y ser puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional donde le tomará declaración el juez de refuerzo Joaquín Gadea, han indicado a EFE fuentes jurídicas.

Fuentes próximas a la investigación han indicado a EFE que Kanza gritó «muerte a los cristianos» y «Alá es grande» mientras perpetraba su acción, y han explicado que estaba pendiente de expulsión a Marruecos al encontrarse en España en situación irregular. Aunque no contaba con antecedentes policiales, sí estaba en el punto de mira de las fuerzas de seguridad debido a su radicalización.