La Sala, en contra del criterio expresado por la Fiscalía, cree que el archivo fue «prematuro» porque la prueba forense sobre la muerte de la mujer «no fue ratificada a presencia de las partes». Añade que además «no consta que al médico forense se le haya dado traslado del informe de autopsia practicado, por lo que se deduce incompleto al no especificar si pudo o no existir relación causa efecto entre la intervención quirúrgica objeto de investigación y el fallecimiento», y por eso propone que ambos facultativos elaboren de forma conjunta un nuevo informe.
En otro auto, los magistrados de la misma Sala desestiman el recurso interpuesto por una veintena de supuestos afectados de la clínica CEME contra la decisión del juez de no sumarlos al procedimiento. Estas personas se consideran «víctimas de mala praxis y de lesiones causadas por imprudencia grave, estafa, amenazas, coacciones y trato degradante». Sobre esta petición, los magistrados afirman que «el análisis de las diferentes denuncias, ni siquiera permite entender la existencia de indicios racionales criminalidad de la existencia de un delito de lesiones imprudentes y/o estafa, conforme se expresan en denuncia, resultando improcedente tramitar una especie de macrocausa general contra el Centro Médico». Añade la Sala que no hay conexión entre estos casos y el de Silvia Idalia, y que cada caso debería dar lugar a un procedimiento distinto.
El titular del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid archivó el pasado mes de septiembre la causa por la muerte de Silvia Idalia Serrano, fallecida en julio de 2022 tras someterse a una operación de estética en el Centro Europeo Médico Estético (CEME) de Madrid, al considerar que los médicos no cometieron imprudencia y que la joven falleció por una complicación no derivada de la intervención, sino fortuita. El magistrado subrayó que del informe médico-forense practicado se desprende que Silvia Idalia falleció por un shock séptico debido «a una fascitis necrosante tipo I, caracterizada por la destrucción de los tejidos mediada por múltiples gérmenes», que puede provocar la muerte «pese al correcto tratamiento instaurado».
La mujer falleció el 31 de julio de 2022, tras permanecer ingresada desde el 6 de mayo por una infección que contrajo tras operarse el 29 de abril. Tras la denuncia de su familia el juez en el que recayó el caso imputó a dos facultativos de CEME y a la propia clínica por un posible delito de lesiones por imprudencia en este caso. Más adelante imputó a un tercer facultativo.
2 comentarios
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D.E.P la chica, en toda intervención quirúrgica siempre existe un riesgo, las operaciones estéticas según de lo que se trata tienen riesgos añadidos, por ello se firman consentimientos para aceptar que puede haberlos y que se asumen personalmente si en algun caso suceden. A la gente que está pensando en intervenirse estéticamente, hay una opción mucho más sana que es el deporte, la mala praxis de según que operaciones puede derivar a una necrosis que es bastante grave. Opten por un cambio de hábito que es mucho más sano y el resultado es favorecedor.
No murio por causas de la intervencion, sino fortuitas. Si claro, claro. Es de vergüenza.