Brown fue detenido en Esporles, extraditado al Reino Unido, donde fue condenado a ocho años de cárcel. Se fugó.

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El multimillonario escocés Michael Brown ha aceptado hoy pagar una multa de 1,5 millones de euros y una condena de tres meses de prisión por blanquear desde Mallorca buena parte del botín de 47 millones de dólares que obtuvo mediante una serie de delitos económicos en el Reino Unido por los que cumplió una condena en su país de siete años de cárcel.

Brown se refugió en la Isla entre 2004 y 2006 y fue detenido entonces. Llevó a cabo una batería de compras de inmuebles y vehículos. Vivía en Esporles a todo tren. Tras su detención en Mallorca fue extraditado al Reino Unido para que cumpliera su condena. Sin embargo se fugó y pasó cuatro años en el Caribe hasta que fue detenido en Punta Cana y devuelto al Reino Unido. De hecho, toda la instrucción judicial del caso que ha llegado hoy a juicio se ha hecho sin su presencia física y hoy ha ratificado su conformidad por videoconferencia. A Michael Brown le fueron incautados en la Isla dos chalets de lujo, un parque móvil compuesto por un Porche y un Jaguar y un jet privado en Son Sant Joan a su disposición para moverse entre la Isla, las Bahamas y el Reino Unido. Además, había abierto una sede de su negocio en la calle Conqueridor, frente al Palau March. Desde allí, 5th Avenue Parters, su empresa, operaba en Bolsa y alimentaba el fraude.

La Fiscalía Anticorrupción y la defensa del magnate, ejercida por el abogado Jaime Campaner, pactaron un acuerdo que reconocía las demoras en la instrucción como muy cualificadas al haber pasado 17 años desde que se cometieron los delitos. Además, la acusación se ha retirado respecto a la mujer de Brown, también acusada. La condena supone la incautación de la mayor parte de los bienes que le fueron descubiertos en España.