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‘Leia', una border collie de un año, es como la princesa de Star Wars: guerrera. El jueves pasado a las ocho de la mañana, el animal se encontraba en la terraza de una chalet de la calle Gaspar M. de Jovellanos, en Santa Ponsa, cuando de repente dos perros de raza potencialmente peligrosa saltaron la verja de la casa de al lado y le atacaron como dos hienas a un inofensivo antílope. Una amiga de la propietaria de la vivienda, que estaba ausente, lo grabó con su móvil desde el interior del comedor.

–¡Socorro!, ¡llama a la policía!– gritaba la mujer llorando.

La hija de 12 años de los dueños del chalet estaba en su habitación y al escuchar los gritos llamó al 112. Agentes de la Guardia Civil acudieron al domicilio y se entrevistaron con el propietario de los dos perros, que hace un mes que alquiló la casa. «Vivimos encerrados desde que los perros de los vecinos atacaron a ‘Leia'. Entramos y salimos por el sótano», cuenta María Barceló, la dueña del animal, que sufrió lesiones graves y estuvo tres días en el veterinario.

«Vivimos encerrados desde que los dos perros de los vecinos atacaron a la nuestra»

Tras el ataque, el dueño de los perros agresores puso unas bridas en la verja. «Dos bridas de plástico no van a parar a estos animales», lamenta María. «Ven a mi perra como un juguete y se lanzan, es como un conejo. Yo tengo dos niños menores en casa de 12 y 15 años. ¿Qué hago? Ya no pueden ni salir a jugar. ¿Y si ese día mi amiga llega 10 minutos más tarde y mi hija baja a desayunar y se encuentra el pastel?». María y su familia no pueden salir a su terraza «ni a regar» hasta que los vecinos instalen una verja más alta. Los dueños de los perros, la misma tarde del brutal ataque a ‘Leia', se tomaron un vino en la terraza con vistas al mar.

Los perros que atacaron a ‘Leia' cumplen una cuarentena

Los dos perros que atacaron a ‘Leia', una hembra y un macho, cumplen una cuarentena. No pueden salir de la casa sin bozal 15 días. «Ayer [por el viernes] campaban a sus anchas por fuera y volvimos a llamar a la policía». Los agentes repitieron a los dueños que sólo podían sacar a los perros del interior de la vivienda con bozal. «Nos sentimos indefensos», dice María. «Yo quería poner el muro de Berlín entre las dos casas», añade. La dueña de ‘Leia' dice que recibió «cornadas» y muestra uno de los mordiscos en la vejiga.