El Obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, tal y como aseguran en un comunicado, decretó el inicio de una investigación sobre la presunta conducta delictiva del presbítero de la diócesis implicado. | UH

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El Obispado de Mallorca ha mostrado este lunes su «voluntad de cooperar plenamente con las autoridades judiciales del Estado» tras la denuncia presentada por una mujer el pasado mes de junio contra un presbítero de la diócesis de Mallorca por presuntos abusos sexuales. En la denuncia la víctima también acusa a dos sacerdotes jesuitas. Los Jesuitas de Mallorca, a través de un comunicado emitido este domingo, reconocieron los hechos, que tuvieron lugar entre 1985 y 2001, y pidieron perdón a la víctima.

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La víctima presentó una denuncia ante el tribunal eclesiástico de Mallorca a finales de 2020 y este pasado junio ante los tribunales penales del Estado. El Obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, tal y como aseguran en el comunicado, inmediatamente decretó el inicio de una investigación previa sobre la presunta conducta delictiva del religioso implicado. El caso fue remitido a Roma. Además, teniendo en cuenta que no tenía ningún cargo pastoral, desde el Obispado explican que se le impusieron una serie de medidas cautelares: «Prohibición del ejercicio público del ministerio, seguimiento psicológico y proveerlo de una seria dirección espiritual».

Sobre la investigación iniciada, el Obispado ha apuntado en el comunicado que «la Congregación Romana decretó el inicio de un proceso administrativo penal para clarificar los hechos denunciados, que por diferentes causas se ha prolongado en el tiempo» y que siguen pendientes de «la resolución judicial final».

Desde la Iglesia de Mallorca también han querido condenar «cualquier tipo de abuso y violencia contra las personas» y han manifestado la «firme intención de buscar siempre la verdad, acoger las víctimas y acompañarlas, ofreciéndoles apoyo psicológico y asesoramiento legal».