La procesada, ya absuelta, durante la vista celebrada el mes pasado en Palma. | R.S.

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Un juzgado de lo Penal de Palma ha absuelto a la mujer acusada de denunciar en falso a su expareja, un agente de la Guardia Civil que fue diagnosticado de trastorno ansioso depresivo cronificado y acabó dejando el Cuerpo. La Fiscalía, antes de la vista, no creía que hubiese delito, mientras que la acusación particular, ejercida por Daniel Castro, pedía para ella tres años y cuatro meses de prisión.

La magistrada detalla en el fallo, al que ha tenido acceso Ultima Hora, que nada, ni tampoco los peritos que declararon como testigos, pudieron establecer «causa efecto entre las denuncias y la depresión cronificada que padece», refiriéndose al denunciante.

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Durante la vista, celebrada el pasado mes de marzo, la procesada, asistida por la abogada María Antonia Orell, relató que decidió ella poner fin a relación en 2017, a pesar de los intentos del varón por volver. La mujer explicó a la jueza que los insultos del exfuncionario eran sobre todo a la cara y por ello, a preguntas del letrado de la acusación particular, no pudo aportar ningún mensaje en las múltiples causas que mantuvieron abiertas. «Lo que me hacía era escupirme, insultarme e incluso llegó a echarme botellas de agua en la cara» y añadió que «que no aportara pruebas no significa que fuese mentira», zanjó.

Por su parte, la víctima, que estuvo durante años como agente de la Guardia Civil en Alcúdia, dio una versión totalmente distinta. Sobre las denuncias que le interpuso la mujer durante este tiempo el hombre explicó que «me puso de todos los colores, cada diez días me ponía una». A pesar del reguero de problemas judiciales sólo hubo dos vistas contra él «y en los dos me absolvieron», apuntilló.