Agentes de la comisaría de Policía Comunitaria de la Policía Local de Palma detuvieron este pasado martes, 25 de junio, a un joven, de nacionalidad argelina y 18 años, como presunto autor de un delito de hurto y atentado contra los agentes, en primera línea del Arenal.
En una nota de prensa, la Policía Local de Palma ha informado que hacia las 08.20 horas del pasado 25 de junio, una dotación de agentes de la comisaría de Policía Comunitaria de esta Policía Local, que se encontraba patrullando por la primera línea del Arenal, vio como una persona era perseguida por otra a la carrera.
Inmediatamente, los agentes iniciaron una persecución con el vehículo policial mientras veían que la primera persona llevaba una bolsa tipo riñonera en la mano y del interior sacaba billetes que se metía en el bolsillo para, finalmente, tirar la bolsa a tierra.
Pocos metros después, los policías se bajaron del vehículo policial, consiguiendo parar al hombre, quien reaccionó resistiéndose agresivamente con puñetazos y patadas, por lo que los agentes necesitaron hacer uso de la fuerza y esposarlo.
A todo esto compareció el perseguidor, un ciudadano, alemán, de 41 años de edad, quien manifestó que estaba en la playa cuando vio como el joven, ahora detenido, cogía su riñonera que estaba en la arena, siendo esta la razón por la que le empezó a perseguir.
El perseguidor añadió que había recuperado la riñonera y que le faltaban dos billetes de 50 euros, que eran los que los agentes habían visto como el detenido se metía en el bolsillo. Por ello, una vez hubo formulado la denuncia, se le reintegró el dinero.
En cuanto al detenido, de nacionalidad argelina y 18 años, presentaba heridas en una rodilla y en un pie y fue trasladado al hospital de Son Espases para recibir las atenciones correspondientes.
Tanto para introducirlo en el vehículo policial, como durante el traslado y la estancia en el hospital, el joven no cesó en su actitud agresiva hacia los agentes intervinientes. Ya en las dependencias policiales, los agentes encontraron un teléfono móvil configurado en holandés entre las pertenencias del detenido.
Cuando los policías pidieron al joven que introdujera el código PIN para demostrar que era suyo, lo intentó dos veces y, como no lo consiguió, dijo que era de un amigo suyo. Finalmente, cumpliendo los protocolos vigentes, el detenido fue trasladado a la Policía Nacional.
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