El hombre decía que trabajaba para la ONG Médicos sin fronteras. | Stefan Pejovic/MSF

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Jackson Samuel decía que trabajaba para la ONG Médicos sin fronteras y estaba destinado en Yemen. El 24 de julio de 2021, contactó por Facebook con una mujer nacida en Suecia hace 86 años, que reside en Las Palmas de Gran Canaria, y empezó a contarle su historia a través de la red social. El hombre, que escribía en un perfecto sueco, con el tiempo se ganó la amistad de la octogenaria.

Poco a poco fue enviándole fotografías en las que aparecía trabajando en el país de Oriente Próximo, de su familia y de sus hijas. A finales de agosto, después de un mes de conversaciones prácticamente diarias, el tal Jackson Samuel pidió a la mujer que le hiciera un ingreso de 8.200 euros para pagar un impuesto a cambio de un paquete con un millón de dólares que no podía recibir en Yemen.

La mujer realizó una transferencia a un banco lituano cuya beneficiaria figuraba como Karola A. y un número de cuenta asociado a una tarjeta prepago Revolut. Jackson Samuel, más adelante, informó a su amiga sueca que iba a ser destinado a Siria y que allí, seguramente, le matarían. Para poder escapar del país le solicitó una ayuda económica.

El 2 de septiembre, la mujer hizo una transferencia de 20.944 euros a una cuenta que le facilitó su amigo médico. El día 13 realizó otra de la misma cantidad a una cuenta distinta y, finalmente, llevó a cabo un último ingreso en metálico de 15.000 euros a un tercer banco diferente a los anteriores.

Las conversaciones entre Jackson Samuel y la mujer sueca residente en Las Palmas continuaron hasta que ella se dio cuenta de que el hombre ni era médico ni trabajaba en Yemen. Todo había sido un engaño. La víctima guardó todos los chats que mantuvieron y se los aportó a la Policía Nacional, que abrió una investigación. La perjudicada calculó que pagó un total de 44.144 euros al hombre que le dijo que trabajaba en la ONG Médicos sin fronteras.

Los agentes que se hicieron cargo de la estafa a la octogenaria sueca consiguieron identificar a los titulares de dos de las cuentas que recibieron parte del dinero que se suponía que era para Jackson Samuel: un hombre y una mujer que residen en dos domicilios distintos en Mallorca y serán juzgados próximamente en Canarias.

La Fiscalía pide para cada uno de ellos una condena de un año y once meses de cárcel por dos supuestos delitos de receptación y que indemnicen a la perjudicada con 44.144 euros por el dinero que ingresó al supuesto médico en apuros. Jackson Samuel ni trabajaba para la ONG Médicos sin fronteras ni estaba en Yemen.

Según la versión del Ministerio Público, Jackson Samuel eran un hombre y una mujer que desde Mallorca embaucaron a la octogenaria «para que le ayudase con inventados problemas y dificultades mediante el envío de sucesivas sumas de dinero».