Imagen del despliegue de la Guardia Civil el viernes por la mañana en la finca de Binissalem donde fue torturado Juan Torres 'El Pirata'. | Isaac Hernández Rubio

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Los tres intrusos que a primera hora de la mañana de este viernes asaltaron una finca de Binissalem y torturaron al hombre que la había ocupado -que es un delincuente sospechoso de cuatro desapariciones mortales en los últimos 25 años- se ensañaron con la víctima y le produjeron numerosas heridas incisas en el cuerpo, según ha podido saber Ultima Hora. Juan Torres Serra, alias 'El Pirata', se recupera de las lesiones en el hospital de Son Espases.

Algunas de las heridas que presenta se las produjo «en posición de defensa», es decir, interponiendo los brazos entre él y los agresores que le estaban acuchillando, según han informado en fuentes de la investigación. En cualquier caso, por la forma en la que actuaron los tres intrusos queda claro que no querían causarle la muerte, sino causarle el mayor daño posible.

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Sin embargo, el motivo por el que fue torturado de forma salvaje no ha sido todavía precisado. Descartado el robo, se barajan dos hipótesis: Que quisieran arrancarle información sobre el paradero de alguno de los cuatro desaparecidos o que fuera un «aviso» para que dejara la finca que ocupó tras la desaparición de su dueño, Antonio Llabrés.

Juan Torres 'El Pirata', durante su detención en 2020 por la desaparición de Antonio Llabrés, el dueño de la finca de Binissalem.

La principal baza de los investigadores es que conocen la matrícula exacta del coche en el que huyeron los tres implicados. Se trata de un Volkswagen Golf muy antiguo, de color gris, con placas de matrícula IB-9924-CY, cuyo titular está siendo buscado para aclarar si el vehículo ha sido robado.

El asalto se produjo a primera hora de la mañana, cuando los intrusos se colaron en la casa y ataron a Juan a la cama. Después, con palos, objetos contundentes, y un hacha le causaron heridas incisas durante unos 45 minutos. La víctima sufrió lesiones severas en el rostro y en el cuerpo y poco antes de las nueve de la mañana, cuando los agresores huyeron, pudo pedir ayuda.