«Las amenazas se profirieron aprovechando la impunidad de hacerlo telefónicamente. Se rodearon de una serie de frases que iban dirigidas a generar un ambiente amenazante, como cuando le indicó que le habían dicho en la cárcel dónde vivía», recoge la jueza del juzgado de lo Penal 3 en la sentencia, que condena al enjuiciado a un año de prisión por obstrucción a la Justicia y a seis meses por amenazas y que indemnice a la víctima con 200 euros por daño moral.
Los hechos se remontan al año 2023. El acusado, según el fallo, actuó «con ánimo de amedrentar» al abogado de su ex para que alterase su posición en los distintos procedimientos en los que interviene.
El 21 de agosto, llamó al letrado por teléfono y le dijo que sabía dónde vivía y que debían llegar a un acuerdo porque quería ver a su hija y eso no podía quedar así. Le comentó que se arreglaría por las buenas o por las malas.
Al día siguiente volvió a llamar al abogado en otras cuatro ocasiones y una de ellas respondió su pareja, a quien le dijo que si no llegaban a un acuerdo iba a acabar mal. El perjudicado, según la sentencia, ha tenido miedo y estos hechos le han generado «un gran desasosiego y alteración de su día a día por temor a que lleve a efecto sus amenazas».
3 comentarios
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es pot dir que és un animal violent i perillós, d'altre banda es pot dir que és un para que nomes vol veure la seva filla. Sense mes dades falta informació.
Abogados, policías, juezas... una casta especial. Se creen por encima del bien y del mal, actúan con prepotencia, son arrogantes y que el karma no existe.
Impresentable la actitud del acusado. Ahora bien, conozco algunos abogados bastante desagradables y peores personas. Hay de todo.