Los equipos de Caixa Forum, con Margarita Pérez Villegas y de Jean Paul Gaultier, gran protagonista de la noche inaugural, posan para Ultima Hora acabado el acto, y a los postres de la cena que se sirvió. | Esteban Mercer

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No hay quien nos pare, de fiesta en fiesta como si siguiéramos en pleno agosto, con temperaturas más veraniegas que otoñales y las calles de Ciutat, al menos las del centro, que los cool llaman Old Town. Tener una casa, piso, estudio, o lo que los poco ilustrados todavía llaman palacio, en Palma Old Town, esta más de moda que nunca. Me cuentan que en Francia, en París no se habla de otra cosa, aunque en esto vamos todavía por detrás de Menorca, donde ha comprado lo más cool de la joven sociedad francesa, siempre tan sofisticada, y eso que para serlo necesitan poca cosa. Este charme que les hace diferentes lo hemos visto en Palma estos días más que nunca porque la invasión del equipo que acompaña al maestro de maestros de la costura, o de la moda, el inmenso Jean Paul Gaultier, francés hasta la medula, se hizo notar, se hizo ver, y no solo durante la súper inauguración de su exposición en Caixa Forum, que dirige Margarita Pérez Villegas.

Este antiguo Gran Hotel, de fachada elegante y misteriosa fascinó al genio. La distribución de los espacios expositivos y el buen equipo que trabaja en este lugar de leyenda, también les fascinaron. Así lo dijo, durante una no breve conversación, para lo que suelen ser este tipo de actos. La organización de la primera gran noche fue perfecta, de principio a fin. Invitados escogidos con un porqué, muchos, incluido un servidor, maravillados ante la posibilidad de poder saludar al francés que mas revolucionó la moda en los ochenta, cuando Madonna se enamoró de sus creaciones, y es que en sus conciertos solo lucía, muchos lo recordarán, esos maravillosos corsés con el pecho magnificado en forma de cuerno en pleno ataque.

Ese gesto, igual que tantos otros, hizo grande a la artista, porque reivindicó la libertad de la nueva mujer, apretándose la cintura como Scarlet O’Hara, y dejando ir sus mamas hacia lo imposible, sin cortarse lo más mínimo a la hora de declarar su ambición por el éxito. En esa época triunfar a costa de lo que fuera era impepinable, y ahí entró Pedro Almodovar, devorando al mundo con su genialidad postmoderna, y nuestra Rossy de Palma triunfó a lo grande, también con ambición, en este caso morena. Tuve la suerte de vivir esos tiempos donde todo parecía posible, y conocí a muchos de sus genios, pero a ninguno como a Gaultier, por razones que no vienen al caso. En su exposición Moda y Cine, que no han de perderse por nada del mundo, volví a descubrirle y reconocí algo que con el paso del tiempo no ha cambiado, su exquisita educación, su profesionalidad inquebrantable, y su amor por todo lo que le ha fascinado.

De siempre el cine y la moda han ido de la mano. El cine creaba moda, hasta hace muy poco tiempo. Sin embargo, en la exposición uno descubre todo aquello que transversalmente ha influido en el creador hasta el punto de dedicarle una exposición sorprendente y completa. En conversaciones con él reconoció con mucha humildad que en realidad no había trabajado tanto reuniendo las piezas que la conforman, porque a muchas ya las tenía localizadas. Llevaba décadas tomando nota de esto y aquello, del color, de la textura, de volúmenes imposibles que solo tenían cabida en películas que en la actualidad serían imposibles de rodar. Y una sorpresa maravillosa, el vestido blanco, estilo Sissi Emperatriz, que lució Ángela Molina en Bearn: ¡Está en la muestra!

Inolvidable la bajada de la escalinata de Raixa, con la falda con miriñaques balanceándose de forma extremadamente sexy. Los que no hayan visto la película que la busquen porque se enamoraran del relato que enmarca nuestra historia. Convertir en moda lo que te impacta en una pantalla de cine es lo que el ha conseguido durante decenios. En CaixaForum esta el porqué, la clave de un éxito mundial que dura hasta hoy. ¿Quién dignificó la camiseta de rayas marineras para siempre? Él. Desde luego en este espacio, Marga Pérez Villegas y todo su equipo, y los de más arriba y los de más abajo no paran de darnos alegrías. ¿Se extrañan de que muchos quieran quedarse?