Wedding Planners: Vanesa Sastre, Fina Guirado, Marta Xamena, Lluisa Llull, Sonia García entre otras. | J.V./E.M.

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Un elenco de modelos para unos vestidos de lo más románticos con toque glam mediterráneo, con unos peinados diseñados por Sergio Quesada para la ocasión y un maquillaje fresco en tonos cálidos de la mano de José Ojeda nos deleitó bajo ese sol abrasador del que les hablaba antes. ¡Bienvenidos al evento más glam de este otoño! Organizado por Y comieron perdices, la colección de 2024 sorprendió por su variedad y por el maravilloso lugar donde fue exhibida. Los organizadores eligieron la    capilla neogótica de la possesió de Sa Torre, mandada construir por la noble mallorquina conocida popularmente como La gran cristiana, que en cada uno de sus enormes predios mandada construir un templo digno de presidir cualquier parroquia. Hoy, la que fue casa de Dona Catalina Zaforteza i Togores es un magnífico hotel, el hotel Zoetry fue el escenario de un emocionante Modern Muse Bridal show que reunió a algunos de los organizadores de bodas y otros profesionales de la industria para un día de networking y exhibición de las últimas tendencias.

Entre los aspectos más destacados del evento estuvo el desfile de la colección 2024 de vestidos de novia donde se vieron reconocidas firmas españolas como Jesús Peiró y Aire Barcelona e internacionales como Made With Love Bridal. Hay para todos los gustos, puesto que la colección es una combinación de diseños clásicos y modernos, que reflejan el estilo único de cada novia. Vimos telas maravillosas, desde encaje tradicional hasta lentejuelas contemporáneas. Y todo para un otoño dorado que vestimos con colores cálidos.

A mi particularmente me fascinaron, además de los looks creados por Ojeda y Quesada, algunos vestidos sorprendentes y sobre todo los ramos de flores que las modelos lucían para dirigirse hacia la hermosa capilla mientras sonaba la música en directo de una cantante inolvidable que casi nos levanta de las sillas. Ramos que parecían cortados del jardín, como hacían las abuelas de antaño. Antes cada familia cultivaba sus flores de temporada, recuerdo con nostalgia el jardín de mi abuela Francisca Llobera i Amengual, la más maravillosa de las mujeres, cuajado de crisantemos en esta época del año. Algún lirio y alguna rosa muy rosa que colocada acertadamente se hacia destacar entre el colorido chillón de esas flores mimadas para lucir sobre las tumbas de los nuestros.

Lo siento, se me han saltado las lágrimas y he de parar un rato para dejarlas fluir libremente. Ya. ¡Qué regalo es poder llorar libremente sin que nadie te vea! En las bodas todos lloran, hacia fuera y hacia adentro. Yo lloro con los recuerdos que de repente me vienen a la mente como flechas enviadas del más allá y gusto de compartir, como si fueran un mandato. Los hombres no lloran. Vaya tontería, y sin embargo es la que más daño nos ha hecho a los que nacimos cuando la libertad entre generaciones se habría camino a duras penas. Tras la presentación se sirvió un coctel bajo el molino del antiguo predio y sonó la música de Alvaro Anaya que es un DJ estupendo.