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El próximo martes 14 de abril echará su ancla en Eivissa el cruero Full Metal Cruise y con él un fantástico concierto de música heavy en el baluard de Santa Llúcia de Dalt Vila en el que participarán UDO, Leo Jiménez, el grupo de Eivissa Indulgentes y Vagabundos, un sorprendente dúo que versiona temas de la música rock con flamenco.

Será a partir de las 18,00 horas pero durante los días previos todos aquellos que viajen en este barco temático ya habrán podido disfrutar con la posibilidad de escuchar a importantes grupos en el trayecto que parte desde Palma el 11 de abril. El precio del crucero cuesta 799 euros por persona y 1.149 por cabina para dos personas incluyendo los vuelos hasta el puerto de Mallorca y ya está todo vendido, lo que habla de su importancia en toda Europa. El bajista de UDO, Fitty Wienhold, es también el organizador del evento.

¿Cómo surge la idea de dar un concierto de esta magnitud de Dalt Vila?

—Después de ver el tremendo éxito que lleva consiguiendo desde 1990 el Wacken Open Air Festival, que se celebra todos los años en el pequeño pueblo Wacken, en Schleswig-Holstein, al norte de Alemania, y por el que pasan hasta 75.000 personas. Ahora la idea es que toda la gente del sur de Europa que no puede ir por unos u otros motivos a Alemania pudiera disfrutar igual. Y qué mejor sitio que Eivissa para hacerlo.

Pero tantas personas no caben en Dalt Vila...

—(risas). No es la intención. Nos conformamos con que haya unos 5.000 este primer año que será un poco de prueba. Luego la intención es hacer un festival en 2016 con grupos de rock duro antes de que comience la temporada.

¿Cree que será un aliciente más para desestacionalizar el turismo?

—Por supuesto. La intención es hacerlo en estas fechas, cuando todos los comercios están abriendo, para que todos los que acudan a escuchar la música consuman, se dejen dinero y ayuden a la economía de la isla.

No parece a priori un público muy dado a gastar mucho dinero. ¿Tal vez haya demasiado prejuicio en torno a los amantes de la música heavy?

—Por supuesto. Salvo que vamos vestidos de negro y pelo largo somos gente mucho más normal de lo que muchos se creen y compramos productos de Eivissa como todo el mundo. Se piensan que somos violentos pero hay más peligro en un partido de fútbol con los ultras que un concierto nuestro.Eso sí, lo único necesario serán grandes reservas de cerveza.

Lo cierto es que será un día que esperan los comerciantes con muchas ganas.

—Eso nos han dicho. De hecho, se han organizado actividades paralelas. Por ejemplo, la Asociación de Vecinos del barrio de la Marina han harán descuentos a todos aquellos que acudan al concierto y muestren su entrada desde las doce de la mañana. Y eso por no hablar de todo lo que se consumirá antes o después. Será un empujón muy importante para empezar la temporada.

Pero por el contrario, ¿qué les dice a aquellos que aseguran que el baluard de Santa Llúcia no es lugar para una música a un volumen tan alto?

—Que es otro prejuicio. Mucha gente se piensa que tocamos muy alto pero por ejemplo, nosotros hemos dado un concierto en Suiza y no hemos superado los 98 decibelios. Eso se supera cualquier noche en cualquier discoteca.

Hablando del baluarte. ¿Será uno de los sitios más bonitos donde han tocado?

—La verdad que sí. Para mí, que soy medio ibicenco porque llevo más de dos décadas residiendo temporalmente en la isla, seguro que será muy emocionante, primero por el entorno y después por el lugar tan emblemático que es. Creo que no se podría haber escogido mejor espacio.

Son muchos los que vienen a ver únicamente a UDO ¿Cuál es su secreto para seguir en la brecha después de tantos años?

—(risas). No sé si hay un secreto. Sólo le puedo decir que a pesar de nuestra edad y de todos los años que llevamos en la música , cuando nos subimos a un escenario seguimos siendo como niños. Disfrutamos como el primer día. Eso sí, intentamos cuidarnos lo más posible.

¿Se nace heavy?

—(risas). Tal vez. Creo que es algo que se lleva en la sangre, como un hombre de raza negra lleva el ritmo o un andaluz el flamenco. Lo llevas o no lo llevas. Aunque también he de decirle que heavy no es más que una palabra. Yo me quedaría con que hacemos rock duro que es como empezamos y como moriremos.

Después de tanto tiempo. ¿Ha cambiado mucho el panorama?

—Por supuesto. UDO lleva más de cuarenta años en el negocio así que fíjese. Sin embargo, a pesar de haya habido cambios la música siempre sigue lo mismo. Nadie descubre ya la bicicleta y todos acabamos teniendo las mismas influencias, por ejemplo la del compositor Johann Sebastian Bach, al que yo considero el precursor de todo esto.

Pero el negocio de la música es muy distinto.

—Claro. Hemos vivido de todo. Pasamos una década de los 90 muy floja pero hace unos seis o siete años todo repuntó y vivimos un auge de la música en directo. Antes el negocio era sacar un buen disco y ahora lo es una buena gira. Todo es muy diferente pero no creo que sea malo. Los cambios siempre son buenos.