Merxe Bernabéu | M. À. Cañellas

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Es la Teresa de Calcuta de gatos y perros. Y afirma ser feliz con lo que hace. Hay en su mirada un reflejo infantil, una mezcla de alegría y curiosidad. Merxe Bernabéu (Llucmajor, 1976) es vicepresidenta de la Associació Animalista de Llucmajor, una entidad que recoge, cuida, alimenta y busca nueva casa a los animales abandonados.

Le pregunto si su asociación es únicamente de ámbito llucmajorer. Me responde:
Merxe Bernabéu.- Recogemos los de aquí, de allí, y de más allá. La crisis económica ha provocado un aumento espectacular de los abandonos y el trabajo nos ha desbordado totalmente. Aún así, cuando nos avisan de que hay un animal herido o abandonado vamos a recogerlo, esté donde esté.
Llorenç Capellà.- Pero la Associació Animalista nace en Llucmajor. ¿Se da en este municipio un mayor abandono respecto a otros?
M.B.- Probablemente sí. Tenga en cuenta que el término municipal es el más extenso de la isla. Hay infinidad de vedados y, por añadidura, proliferan las urbanizaciones. Todo ello propicia que haya muchos perros. En cualquier caso, si desde las instituciones públicas se fomentara la esterilización nos evitaríamos buena parte del problema. Esta mañana me ha comunicado la policía local que habían encontrado cuatro gatitos acabados de nacer.
L.C.- ¿Y usted...?
M.B.- He ido a recogerlos inmediatamente y ya estoy haciendo gestiones para darlos en adopción. Pero si no les encuentro una casa adecuada, ya sé lo que me espera: biberones cada tres horas.
L.C.- ¿Sobrevivirán?
M.B.- Si no todos, algunos. Por Navidad encontramos seis crías de ca rater en una caja. Les dimos todos los cuidados inimaginables y, aún así, sólo sobrevivieron dos.
L.C.- ¿Es algo frecuente el maltrato animal?
M.B.- Desgraciadamente, sí. En las zonas rurales aún pervive la convicción de que el perro sólo sirve para cazar o guardar. Y mientras es joven, se le cuida. Sin embargo, al llegar a viejo, se le abandona o se le mata. Este invierno, unos perros asilvestrados atacaron un rebaño, en Santa Eugènia, y mataron medio centenar de ovejas. ¿Y por qué actuaron con esta agresividad...? Probablemente porque habían sido apaleados y estaban hambrientos. La pasada semana retiramos el cadáver de un pobre perro, en Pollença, que había sido ahorcado. Y en el término de Llucmajor nos sale a perro maltratado por semana.
L.C.- Dígame el último caso.
M.B.- Hace dos días. Recogimos un ca rater de un contenedor. Estaba enfermo y lo arrojaron allí para que la trituradora del camión de basura lo despedazara. Porque el de los animales enfermos es otro tema a tratar. Los propietarios no quieren gastarse ni un euro en el cuidado de su salud. Por esto los abandonan. ¡Y puesto que no llevan chip...!
L.C.- Creí que era obligatorio llevarlo.
M.B.- Y lo es. Pero la policía local suele desentenderse de estas cuestiones. Afortunadamente, la sensibilidad colectiva hacia los animales crece. Entre mayo y diciembre dimos en adopción ciento cinco perros.
L.C.- ¿Y quién le garantiza que no van a maltratarlos?
M.B.- Únicamente los entregamos a aquellas personas que nos merecen confianza. Aún así les hacemos firmar un contrato de buen trato en el que, además, se especifica que los miembros de la asociación tenemos derecho a visitarlos.
L.C.- Si unos padres les solicitan un perrito porque su hijo se lo ha pedido a los Reyes...

“Los perritos de Navidad ya están en medio de la calle antes de la llegada del verano. Los dos o tres primeros meses de vida son un juguete. Luego, una molestia”

 

M.B.- No se lo damos. Los perritos de Navidad ya están en medio de la calle antes de la llegada del verano. Los dos o tres primeros meses de vida son un juguete. Luego, una molestia. Por esto los abandonan. Además, cada solicitante de perro tiene que saber las características del perro que solicita. El setter es un perro de caza ¡no lo meta en un piso...! Y el husky siberiano es un animal que gusta de ir en manada. ¡No lo tengo solo, aislado...!
L.C.- ¿Las razas agresivas...?
M.B.- ¿Agresivas...? Vamos a ver: las hay, no voy a negárselo. Pero el perro es el animal que más feliz se siente junto a la persona, de manera que se deja socializar. No suelen ser agresivos, los animales, si el amo no les adiestra para serlo. ¿Qué se puede esperar de un perro que está atado veinte horas al día...? ¿O del que ha sido obligado a pelear? Últimamente recogemos bastantes pit bull. Y están heridos, señal de que continúan celebrándose combates clandestinos.
L.C.- ¿Denuncian, ustedes, a los payeses que tienen al perro atado al tronco de un árbol?
M.B.- No podemos, porque la ley los protege. A diferencia de otros países ¡claro...! Una de las integrantes de la asociación, Karina, es hija de padre danés y madre sueca. Quiero decir que viaja frecuentemente a los países nórdicos...
L.C.- Sí...
M.B.- Y me dice que en Suecia hay guarderías para que el perro no se quede solo en casa cuando sus dueños se van a trabajar. Además, forma parte de la familia...

L.C.- ¿En qué condiciones se hallan, en Mallorca, las perreras que dependen de las instituciones públicas?
M.B.- ¡Imagíneselo! En la de Llucmajor, concretamente, falta espacio, control sanitario… Nuestras voluntarias, porque en la Associació Animalista predominamos las mujeres, se ofrecen para sacarlos a pasear. También montamos mercadillos y, con los beneficios, compramos collares y medicinas.
L.C.- ¿Ustedes pagan las medicinas…?
M.B.- Y las visitas al veterinario, aunque tengamos que sacar el dinero de nuestro propio bolsillo.
L.C.- ¿Cuántos perros tiene, actualmente, en su casa?
M.B.- Diez. Y gatos, una infinidad. Pero no hago nada del otro mundo. Cualquier miembro de la asociación los acoge con igual cariño.
L.C.- ¿Se adoptan más perros que gatos?
M.B.- Sin duda. Y se explica fácilmente. El perro congenia muy de prisa con el nuevo amo. El gato, en cambio, es un animal territorial y si le llevan a una casa que no conoce, se deprime. Normalmente tenemos que pasar a recoger a la mayoría de los que damos en adopción. Prefieren vivir en el refugio. Aún así, enviamos muchos a Alemania. Los alemanes los adoran. ¡Y mi madre…! Mi madre tiene una mayor inclinación hacia los gatos que hacia los perros.
L.C.- ¿Y son tan afectuosos como los perros?
M.B.- Usted dirá. A Pancho, así que me ve ya le tengo entre mis pies maullando y buscando una caricia. Incluso los conejos son socializables.
L.C.- No me diga…
M.B.- Hace una semana me avisaron de que habían abandonado a uno, de estos de raza enana y peluditos… Pues ya me conoce. ¡Si viera lo juguetón que se pone al verme!
L.C.- ¿Cuántas veces la han llamado chiflada?
M.B.- ¡Infinidad! ¿Qué le vamos a hacer…? Me sonrío. Usted me ve de cerca. ¿Se lo parezco?
L.C.- No.
M.B.- Según el trato que es capaz de dar a los animales, así es la persona. ¿Que a alguien no le gustan…? Que no tenga. Pero que no los maltrate. Algunos de los que se burlan de mí, lo hacen para acallar su mala conciencia.
L.C.- Qué políticas inciden más en el respeto a los animales ¿las de derechas o las de izquierdas?  
M.B.- La izquierda es mucho más sensible. ¿La derecha…? ¡Ay, la derecha…! Ahora se excusa en la falta de dinero para negarnos cualquier tipo de ayuda. En realidad nunca nos ha ayudado.
L.C.- ¿Cómo alimentan a sus animales?
M.B.- Básicamente con pienso pagado de nuestro bolsillo. Pero si recogemos a un perrito escuálido o enfermo, lo alimentamos con carne y huevos, todo mezclado con arroz hervido. ¡Se hacen querer tanto…! Aunque he aprendido a querer todo lo que tiene vida. Si veo un árbol de hojas amarillentas, le echo un poco de abono. Tiene derecho a vivir ¿o no…?
L.C.- Me ha hablado de Pancho, su gatito. ¿Cuál es su perro preferido?
M.B.- Los quiero a todos por igual. Aunque…
L.C.- Diga.
M.B.- Tengo una perrita, una Spaniel, llamada Kira. Era de un extranjero que vivía en el campo. La liberamos tres veces de la perrera municipal y tres veces se la devolvimos. Un día la hallé abandonada en la carretera de Porreres, paré el coche y la hice subir. Desde entonces no se separa de mí. ¡Es tan inteligente y cariñosa! Sólo le falta hablar…
L.C.-…
M.B.- Algo parecido pasó con Gary, un perrito que estuvo acogido en casa de Karina. Al cabo de un mes lo reclamó su dueño, pero Gary no quiso irse. Y se quedó con Karina ¡faltaría más…!
L.C.- Me ha parecido adivinar que sus relaciones con el Ayuntamiento no son excesivamente cordiales.
M.B.- No me quejo. Pero podrían ser mejores.
L.C.- ¿En qué sentido…?
M.B.- Me han amenazado con multarme si doy comida a los gatos callejeros. Me acusan de ensuciar las aceras. Y no es cierto. Tomo precauciones, se lo garantizo. Además, hago un bien público. Si yo no los alimento ¿quién va a hacerlo…?

Joana Bonet es la presidenta de la Associació Animalista de Llucmajor. Además, es la madre de Merxe Bernabéu e hija de los amos de Son Marió, una antigua possessió colindante con Galdent, tierra áspera que fue refugio de bandoleros como ha quedado constancia en Les coves de Galdent, obra teatral de Bartomeu Montserrat (estrenada en Barcelona en 1883), y en Els Alicorns, novela de Gabriel Janer Manila. Todo esto no viene a cuento, si no es para evidenciar que en tierra tan dura, Joana Bonet, de niña, mataba el tiempo localizando a los gorriones heridos por los cazadores y los curaba con mercromina. Este amor por los animales no era cosa muy frecuente en los años cincuenta o sesenta del siglo pasado. Ahora, Joana Bonet ha fundado la Associació Animalista de Llucmajor con la colaboración de otras diez personas. No cuentan con ningún tipo de ayuda económica por parte de las instituciones. Alimentación, consultas veterinarias y medicinas corren de su cuenta. Todo ello en medio de una indefensión jurídica clamorosa. Esta semana fue noticia Paca, una hembra bretona, de Jumilla, que fue rescatada por un tal Paco (de ahí su nuevo nombre) de un pozo de treinta metros al que había sido arrojada por su dueño. El juez se ha limitado a imponerle una multa de seiscientos euros, porque a su entender tal acción no puede ser considerada maltrato animal. Como en tantas otras cosas, la sensibilidad de la ciudadanía va  varios pasos por delante de las leyes.