TW
0

No hay semana en la que Camilo Blanes, ahora Sheila Devil, no siga dando de qué hablar por su deteriorado estado de salud. Con mucha actividad en las redes sociales, Sheila comparte prácticamente a diario muchas fotografías, la mayoría selfies de ella misma a solas o con sus amigos.

Hace unas semanas sorprendía a sus seguidores con un posado en bikini de espaldas; después, lo hacía con un desnudo integral que revolucionó a toda su comunidad. Según analiza Pronto, desde la muerte de su padre, Camilo Sesto, la joven emprendió una senda que la ha llevado a tener una vida disoluta y cuyo deterioro es cada vez más evidente, tanto por su dejadez física como por la suciedad y el desorden que acumula en su casa, la mansión que heredó del cantante.

Imágenes sorprendentes que suelen dividir a sus fans, entre los que creen que sigue con su proceso de destrucción y los que aseguran que está muy guapa.

En cualquier caso, sigue la preocupación en su entorno. Antes del verano, Lourdes Ornelas, su madre, quiso denunciar que su hijo está manipulado por malas influencias que se aprovechan de él. «Estoy desesperada, muy preocupada por la vida de Camilo. El no es malo, tiene una enfermedad, como tienen muchas personas en el mundo, que es la adicción», contó.

Así, según ella, las malas compañías provocarán que su hijo pueda, incluso, perder la vida. Es habitual que Sheila salga de fiesta hasta altas horas de la madrugada, según contó Pronto, que aseguraba hace unas semanas que las tardes de amigos que acaban derivando en fiestas nocturnas.

Asimismo, expresó: «Esto es inhumano, lo que están haciendo con Camilo. Inhumano cómo le roban. cómo le sacan... [...] Me he hecho experta en sacar borrachos y drogadictos». Ornelas explicó que a casa de su hijo acuden «los peores de Torrelodones». «El daño que están haciendo a Camilo, que le llevan bolsas de droga. Estamos hablando de delitos contra la salud». «Ya no es que Camilo esté enfermo, es que está vulnerable total. Es como un niño, y pueden hacer con él lo que quieran», defendió.

La mujer contó que no puede dormir por las noches pensando en qué puede hacer por su hijo. «Ayer me llamó llorando porque estaba muy mal y le dije que no estaba solo», aseguró.