En honor de esas raíces, el padre (catalán) de esta artista nacida en La Habana y criada en Barcelona ha seguido la gala desde la grada con una bandera gigante de la isla, al lado de su hermano portando una de España. «En la mezcla está la esencia», ha subrayado. «Me parece precioso que haya ganado Ucrania. Los hemos apoyado desde el minuto 1 y nos parecen increíbles artistas», ha comentado respecto de los ganadores, el grupo Kalush Orchestra, impulsados por una ola de solidaridad europea a causa de la invasión rusa. No ha querido comentar sin embargo si, de no haber existido ese conflicto, el resultado del festival podría haber sido más beneficioso para ella: «No tenemos ni idea. Nosotros hemos estado enfocados en lo nuestro». Ha tenido igualmente unas palabras para su predecesor en la clasificación, el británico Sam Ryder, con el que se ha fundido en un abrazo al final de la gala y del que ha dicho que es «un 'gentleman', una persona muy bonita y un artista increíble».
«Ahora mismo estoy tan blandita del corazón que diría que sí volvería a Eurovisión, pero es justo que otros vivan esto, que es increíble, pero que hay que ser muy fuerte y tener un equipo como este», ha añadido, antes de lanzarle ese envite para próximas ediciones al autor de «SloMo», Leroy Sánchez. En esa línea, ha animado también a todos los artistas que quieran seguir sus pasos en la próxima edición de Benidorm Fest: «De los cobardes no se ha escrito nada; el arte tiene que prevalecer siempre, con humildad y con corazón». Su victoria en esa preselección para Eurovisión fue agridulce, pues estuvo llena de comentarios en torno a un posible «tongo» frente a sus competidores. «Siempre digo que no trabajo para los demás, solo para mí, para el equipo, no para la mala energía de fuera, solo para la buena.
Y si se han callado bocas, no he hecho nada para ello, solo por un trabajo que ha nacido del corazón», ha indicado al respecto. En su encuentro con la prensa, Chanel se ha enterado de que España se ha ofrecido a acoger el festival en 2023 en caso de que Ucrania no pueda. «Me gustaría cualquier lado, pero Barcelona es mi cuna y Madrid es mi hogar», ha apuntado al ser preguntada por dónde le gustaría que recayera la sede. La artista, que ha reivindicado además su base como intérprete teatral («¡Que vivan los musicales!», ha exclamado), ha recibido el reconocimiento de su coreógrafo, el estadounidense Kyle Hanagami, colaborador previo de estrellas como Jennifer Lopez, que ha dicho de la cubanoespañola que «representa una nueva generación de artista». Y ahora, después de cuidarse durante semanas, ella y su equipo han reconocido que quemarán tensiones con algo de fiesta en Turín (Italia) y con un capricho que la vuelve loca: «Voy a comer un montón de chocolate... y paella».
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Los ucranios cada dia me caen peor ....................................