Culinariamente, es la base de todos los sofritos de la cocina mallorquina. Además es excepcional, única, para restregar con el pamboli.
Actualmente, la AVL trabaja en la creación del distintivo ‘Varietat Local' que identificará en las tiendas los productos agrarios de variedades locales, entre éstos, el tomate de ramellet. Así, se han organizado catas para darlo a conocer a los compradores, con el objetivo de saber hasta qué punto los compradores saben diferenciar las variedades locales de otras de híbridas.
Algunos productores, como Agromart, explican que está muy valorada entre su clientela, incluso entre los extranjeros.
Manel Pomar, técnico de la AVL, explica que «el tomate de ramellet autóctono se seleccionó por esta durabilidad que tiene, que conocemos, para hacer enfilalls, para colgar. Tiene un poco más de acidez que le hace tener una mejor conservación, tiene una piel gruesa y resistente; todo el conjunto le da esta heterogeneidad en formas e incluso en coloración».
Se siembra en abril y se empieza a recoger en junio. Aunque en la denominación común de tomàtiga de ramellet encontramos muchos nombres diferentes, tales como rastrera, de ferro, de penjar, blanca, autèntica,… Cada una de ellas procede de un tipo de selección y manejo diferente, lo que hace que morfológicamente y etnoecológicamente sean diferentes. Mallorca cuenta con una gran variabilidad de estos tomates ya que es el cultivo estrella del huerto de verano.
Es un tomate pequeño y tiene la piel gruesa y resistente. La manera tradicional usada para su conservación es colgarlas por el capoll en enfilalls en un lugar seco, ventilado y con poca luz; se puede conservar prácticamente todo el año.
Ramilletes de cinco frutos
Se llama de ramellet porque crece en ramilletes de cinco frutos. Según la definición técnica la planta es de crecimiento determinado, la inflorescencia está formada por un racimo ramificado múltiple y es de color amarillo intenso. El fruto puede ser anaranjado o rojizo. Dependiendo de la selección masal encontramos tomates con una forma más achatada o redondeada y, en algunos casos, tienen la forma terminal puntiaguda. Normalmente, presenta entre 3 y 4 lóculos en su interior.
Además del tomate de ramillete también se identificarán la col borratxona, el pebre ros, la calabaza llarga, el melón eriçó y el perejil. En las catas, los participantes tienen que contestar un cuestionario que posteriormente es estudiado por los técnicos.
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