Maria Martorell, gerente de la explotación Rancho Grande, de Son Serra de Marina. | Pep Córcoles

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La lechona es lo más consumido en los hogares mallorquines cuando llegan fechas señaladas como las que acontecen. Este año ha subido el coste para el consumidor entre un 12 y un 15 por ciento por encima del año pasado pero aún así se ha vendido con notable éxito. El mejor ejemplo es el de la lechona autóctona, la porcella negra, que ha estado agotada desde hace días.

Maria Martorell, gerente de la explotación Rancho Grande, de Son Serra de Marina, explicaba que desde hace una semana no admite más pedidos para la popular porcella rostida que sirve a domicilio. Maria, junto a su padre, Pep Martorell, cría cerdo negro mallorquín en Santa Margalida y Muro y además adquiere lechones a otros ganaderos para comercializarlos. La criadora indica que este año despacharon 270 porcelles asadas en la noche de Nochebuena y 500 en el día de Navidad, «y porque no tenemos más para ofrecer», agrega Maria.

Pere Soler, comercializador de Inca que vende productos cárnicos, entre ellos porcella confitada; una de sus referencias con mayor éxito, asegura: «Los comercializadores podríamos vender más, pero no disponemos de suficiente producción en Mallorca. Hay demanda, fruto de un trabajo muy bien hecho en cuanto a selección, cría y promoción de la raza; pero ahora nos encontramos con que no nos basta lo que producen nuestros ganaderos. Yo me atrevo a decir que no llegamos ni a un 30 por ciento de toda la porcella que se vende estas navidades en Mallorca; el resto es de fuera».

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El presidente de la asociación de criadores de cerdo negro Mallorquín, Miquel Company, confirma: «En nuestra empresa en particular hemos vendido toda la lechona de que disponíamos». No obstante, el responsable de los criadores matiza respecto de otros ganaderos que «no se ha vendido con la misma alegría que otros años puesto que muchos han tenido que subir precios, y no es por la demanda, sino por el mayor coste de producción que padecemos: carestía de pastos debido a la meteorología, elevado precio de los cereales y el combustible, entre otros».

Company dice que en su caso particular «se han mantenido más o menos los precios para dar seguridad a nuestros clientes. Es cierto que en Navidad suelen subir mucho más, pero hemos sido muy responsables intentando mantener un mercado estable y fiel». La porcella se ha estado vendiendo sobre los 120 euros en canal. Martorell informa que este año «la porcella negra asada, servida a domicilio, se está vendiendo a 205 euros. El año pasado la vendíamos a 180 euros».

Aumento de ejemplares

Jaume Jaume, asesor técnico de la asociación de criadores, explica que «se ha aumentado el número de lechones a la venta porque también se ha aumentado el número de cerdas de la cabaña autóctona».

En estos momentos, el número oficial de reproductoras ronda las 1.500 cerdas; el año 2022 era de 1.300 y el año 2021 era de 1.200 reproductoras. Tal y como mencionaba Miquel Company, este año no ha sido mayor el número de porcelles en oferta porque el excesivo calor de los meses de verano provocó que muchas cerdas no engendraran y se retrasaran. Company manifiesta que «se está llevando a cabo un crecimiento sostenible de nuestra cabaña, crecemos a un ritmo responsable y mesurado».