Pep Córcoles02/12/24 4:00
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Son Bordils es una conocida marca comercial de vinos mallorquines de calidad. Nombre que toma de una antigua finca de Inca, que llegó a ser la de mayor extensión del municipio y que se sabe que desde el siglo XIV ya albergaba algunos viñedos. A mediados de los años 90, los hermanos Pedro y Ramon Coll Pastor adquirieron los terrenos y unos establos que transformaron en una bodega, plantaron nuevas viñas y recuperaron la producción de vinos. El reciente fallecimiento de Pedro Coll ha desencadenado una situación que ha puesto a la finca en un brete; en una encrucijada que contempla un relevo generacional, la necesidad de una replantación masiva e incluso su venta.

Ramon Coll explica que «en 1996 fue cuando plantamos las primeras vides. Hace ya casi 30 años de ello y evidentemente se hace necesaria una replantación». Los viñedos están muy envejecidos y la xylella se ha cebado en las debilitadas plantas. Este año se ha vendimiado muy poco. «Cabe precisar que la bajada ha sido en toda Mallorca de aproximadamente un 20 por ciento. No ha sido sólo cosa de Son Bordils, pero a nosotros nos ha afectado más por el envejecimiento de las plantas», reconoce el empresario.

El fallecimiento de Pedro Coll ha precipitado la necesidad de plantear un relevo generacional. Ramón explica que «la explotación de una finca vitivinícola, al igual que cualquier otra explotación agraria, requiere mucho esfuerzo, dedicación y planificación. Son muchas las variables que pueden afectar al resultado y lo cierto es que para asumir la responsabilidad se debe tener mucha vocación agrícola. Es por ello que entiendo que los jóvenes se planteen otras opciones antes que la de dedicarse al campo. Entiendo las dudas que tienen mis hijas y mi sobrina, porque no es un trabajo fácil».

La familia Coll está planteándose la forma de extinguir la sociedad que ostentaban los dos hermanos Coll Pastor al cincuenta por ciento: Agrocoll Pastor SAT. «No se pueden segregar fincas pero se da el caso que la explotación se compone de seis parcelas distintas situadas de forma contigua, aunque dos están en un lado de la carretera de Sineu y las cuatro restantes, junto con la bodega, están en el otro lado», argumenta Coll. La familia está decidiendo como hacerlo y si una parte sigue con el negocio. De ser así se deberá afrontar una fuerte inversión para replantar una parte importante de los viñedos. Cabe destacar que son Bordils cultiva unas 25 hectáreas de vides.

La otra opción posible sería la venta de los viñedos y de la bodega. Lo que quedaría fuera de la transacción es la parte histórica de la finca, las antiguas casas de la ‘possessió’ y los terrenos aledaños. Hace unos años que la familia Coll rehabilitó los edificios históricos y en la actualidad han empezado a utilizarlos como emplazamiento enoturístico (catas y presentaciones) y también para eventos sociales.

Son Bordils tiene una larguísima historia y tradición, fue fundada por Joan Bordils i Pont el día 18 de enero de 1433 tras la adquisición de la alquería dels Febrers y otros terrenos, y la agrupación de los mismos con los terrenos sucesivamente adquiridos por su padre, Bernat de Bordils, a partir de la década de 1360. Se sabe que mediados del siglo XV Son Bordils ya estaba dedicado a la elaboración de vino porque, durante la ‘revolta forana’ (1450-1452), la finca fue saqueada obteniéndose un botín de alrededor de 50.000 litros. El mayor esplendor de la finca tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XIX. En 1860, Son Bordils era la finca mayor en extensión del término de Inca y uno de los tres grandes productores vitivinícolas del municipio.

En 1996, Agrocoll Pastor SAT, inició un programa de cinco años de plantación de viñas en los terrenos de las conocidas como Ses Cinquanta Quarterades de vinya».

Durante los años, 1996, 1997, 1998, 1999 y 2000 se plantaron un total 24,5 hectáreas de viñedos pertenecientes a variedades foráneas y autóctonas: Merlot, Cabernet Sauvignon, Manto Negro, Monastrell, Syrah, Callet (tintas); y Chardonnay, Moscatel y Prensal blanc (blancas). Desde entonces producen vinos de gran calidad muy conocidos en toda la isla.