Un ambiente típicamente ‘mid century’, con profusión de materiales naturales, grandes ventanales, techos altos y líneas rectas.

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El llamado estilo mid century, que se desarrolló a mediados del siglo XX, en los años cincuenta, regresa con enorme fuerza. Ante la implantación casi por decreto de los interiores minimalistas, blancos y aburridos, esta tendencia decorativa tiene la virtud de reivindicar el diseño de cada pieza y el amor por las maderas de tonos medios.

La funcionalidad y la pureza en el diseño son las claves del mid century, época en la que florecieron algunos de los muebles de firma que han perdurado hasta nuestros días sin envejecer ni un minuto. Suelen ser piezas estilizadas y resultonas, con finas patas que van adelgazando a medida que se acercan al suelo, con puertas correderas y algunos perfiles curvos para dotarlas de sensualidad.

Los adornos se limitan a algunas ranuras o tablillas que sobresalen formando líneas paralelas, detalles austeros que huyen del recargamiento. Los espejos y relojes de pared en forma de sol o de estrella son accesorios habituales, así como las lámparas de brazos de aspecto industrial. En las casas se buscan los techos de doble altura, la amplitud de los ventanales y las líneas abiertas, horizontales.

Un único mueble de estética ‘mid century' aporta el espíritu de los cincuenta a este recibidor.

La reutilización de un aparador como mueble para el lavabo doble, la lámpara y los azulejos comparten estilo.

Ideas: Cualquier habitación de la casa es susceptible de adquirir un aire años cincuenta, como este despacho y biblioteca o esta cocina con isla y taburetes de diseño.