El cambio de hora alterará nuestro ciclo del sueño. | Freepik

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Con la llegada del otoño, se produce el cambio al horario de invierno, un ajuste que ha generado confusión y debate a lo largo de los años. Una de las preguntas más comunes es si, al cambiar la hora, anochece antes o después. La respuesta es que, con el cambio de hora, anochece antes. Este ajuste se realiza el último domingo de octubre, cuando a las 3:00 de la madrugada se retrasan los relojes una hora, marcando las 2:00.

El cambio de hora tiene como objetivo aprovechar al máximo las horas de luz natural durante el día, especialmente en los meses de invierno, cuando las jornadas son más cortas. Con el retraso de la hora, las mañanas se vuelven más luminosas y anochece más temprano. Esto implica que la luz solar se aprovecha mejor durante las horas matutinas, aunque por la tarde las sombras se alargan más rápido.

Este fenómeno impacta en nuestras rutinas diarias. Al anochecer antes, las actividades vespertinas se ven afectadas, lo que lleva a muchas personas a modificar sus hábitos para adaptarse a las horas de luz disponibles. El cambio también puede tener efectos sobre el estado de ánimo y el reloj biológico, pues la reducción de la luz solar durante las tardes puede influir en los niveles de energía y el ciclo del sueño.

A pesar de que esta práctica se sigue implementando en muchos países, hay un debate constante sobre su utilidad. Algunos expertos argumentan que el cambio de hora tiene efectos positivos en el ahorro energético y en la sincronización con el ritmo natural de luz y oscuridad. Por otro lado, hay quienes consideran que los cambios de horario provocan alteraciones en el ritmo circadiano, generando problemas de salud como insomnio o fatiga.