Mucha gente entra en pánico cuando le ocurre. | Freepik

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La parálisis del sueño es un trastorno que ocurre cuando una persona despierta de repente pero no puede moverse, a pesar de estar consciente. Esta sensación puede ser aterradora y se debe a que el cuerpo aún está en la fase REM del sueño, donde los músculos están bloqueados para evitar movimientos durante los sueños. Sin embargo, al estar parcialmente despierta, la persona se da cuenta de su incapacidad para moverse, generando confusión y temor.

Las principales causas de la parálisis del sueño suelen estar relacionadas con malos hábitos de sueño. Dormir pocas horas o hacerlo de forma irregular aumenta la probabilidad de experimentar este trastorno. El estrés, la ansiedad y la falta de un patrón de sueño regular también pueden contribuir a que el cuerpo no complete correctamente las fases de descanso, facilitando que se produzca la parálisis.

Para prevenir la parálisis del sueño, es fundamental mantener una buena higiene del sueño. Dormir entre siete y ocho horas diarias, acostarse y levantarse a la misma hora, y evitar el consumo de bebidas estimulantes en la tarde y noche son medidas básicas que ayudan a regular el ciclo de sueño. Además, actividades relajantes antes de acostarse, como leer o escuchar música suave, pueden facilitar la transición al sueño profundo y evitar que las fases se interrumpan.

La parálisis del sueño puede ser transitoria y no necesariamente indica un problema grave, pero si se repite con frecuencia, es recomendable consultar a un especialista. Con hábitos adecuados y un ambiente relajado para dormir, muchas personas logran reducir significativamente estos episodios y mejorar su calidad de vida.