«¿Qué pasa? ¿Lo regalan?», preguntó en voz alta José Coll, vecino del barrio, al observar la larga cola a las puertas del local. Cuando le explicaron la oferta, Coll continuó: «¿Y estará bueno? Bueno, me da igual, me voy a casa a comer unas sopas mallorquinas».
Paciencia
Coll no quería esperar; a muchos otros no les importaba. A partir de las 11.45 horas comenzaron a llegar los primeros clientes. Pocos minutos después el restaurante tenía sus 25 mesas ocupadas y una larga fila de gente en el exterior, esperando su turno.
«El miércoles vimos la promoción y alucinamos un poco. Hoy vamos a esperar. Tenemos un margen de una hora, veremos qué tal se come, así tenemos más opciones», afirmaron Marta y Eva, vecinas del barrio que esperaban a ser atendidas.
«Vi la oferta en Instagram. Soy de Binissalem y había quedado en Palma, así que he aprovechado», explicó Laura Valera que, ya sentada en su mesa y acompañada por Toni Casasnovas, asumía la espera. «Llevamos casi una hora esperando, pero es normal. Es su primer día y hay mucha gente». La promoción continuará este viernes y el sábado, entre las 12 y las 16.30 horas, y las 19.30 y las 24 horas. No se puede reservar mesa, así que los interesados deberán ser pacientes. Todo tiene un precio, la bebida se paga aparte.
En la noche de este jueves también se registró una importante afluencia de clientes para aprovechar la oferta del restaurante, formándose una cola de unos 25 metros.
6 comentarios
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1€? Debe ser calidad extraordinaria.
a un Euro debe ser "fresquissimo"!!!
Un euro !!!....., és car, me'n vaig.... Vull una ensaïmada, això és molt bona, m'agrada això. idò.
La gastronomía española pirra a los nipones y aquí el personal se apunta a modas y viandas clamorosamente tristes e insípidas como el sushi.
Pues para mí el Sr. Coll hace muy bien. Los verdaderos paletos son los que seguramente no han comido en su vida unas sopas mallorquinas y que prefieren estar esperando más de una hora sin respetar la distancia de seguridad y al pleno sol de agosto porque unos chinos, que no son Itamae (cocineros con años de aprendizaje con un maestro), te ofrecen algo que supuestamente es sushi por un euro.
¿Y será bueno? Bueno, no me importa, me voy a casa a comer unas sopas mallorquinas ». Ahí lo tienes, la típica actitud negativa de un 'ueper'. Nunca pruebes algo nuevo, a menos que sea gratis.