Pierre Benoit, el almuerzo de Sousceyrac y un pollo oriental

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«Philippe et Jean se instalaron cerca de la ventana, ante la mesa donde sus cubiertos habían sido colocados. Preguntó Jean qué les iba a servir Madame Prunet y ésta respondió que pollo, tal como lo habían encargado y que mientras tanto, para abrir boca, les serviría algunos entremeses. Un foie-gras de pato y unas gambas cocidas. Añadió que como no era muy variado, les podía ofrecer sardinas en aceite que iría a buscar a la tienda más cercana. Dijeron que no era necesario y ella se retiró a la cocina. Comentó Jean a su compañero que las gambas sin ser muy grandes pero sazonadas con chalota, tomillo y laurel que se aplicaban a un hervido corto resultarían excelentes y en cuanto al foie-gras, Philippe, lo calificó de excelente, mejor del que se servía en París. Tenían sobre la mesa dos clases de vinos, el blanco y el tinto. Los cataron. El blanco era ligero con un regusto de resina que no parecía desagradable. En lo tocante al tinto era espeso, un poco violáceo, pero agradable y fresco…». El fragmento pertenece a un relato de Pierre Benoit (1886-1962), un novelista francés que cultivó la novela de ambiente exótico y de aventuras, como Koesnigsmark, La Atlántida… Y como en este caso, la aventura, era gastronómica.

Ello nos invita a cocinar la receta mencionada: «Salamos un pollo de kilo y medio por dentro y por fuera y cortamos cien gramos de cebolla en rodajas. Luego, tomamos un limón, lo pelamos y lo cortamos en gajos. Seguidamente, en un bol, mezclamos en un vaso de agua una cucharadita de pimentón, una cucharada de jengibre en polvo y tres cuartos de cucharadita de pimienta blanca molida.

En una cazuela con cubierta colocamos la cebolla, los gajos de limón y el pollo, para cubrirlo después de agua y ponerla a cocer en el horno a temperatura moderada. Mientras, ponemos seis aceitunas verdes sin hueso en agua hirviendo por espacio de cinco minutos, que cortamos en rodajitas finas y las añadimos a la cazuela diez minutos antes de terminar la cocción del pollo. Finalmente sacamos el pollo de la cazuela, dejamos enfriar la salsa, la desgrasamos, cortamos el pollo en trozos y lo mantenemos caliente. Mezclamos todo de nuevo y lo espolvoreamos de perejil picado.