La Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) define el estrés como «una sobrecarga para el individuo». Almarcha argumenta que «esta sobrecarga depende tanto de las demandas de la situación como de los recursos con los que cuenta el individuo para afrontar dicha situación». En este sentido, añade que esta sobrecarga puede deberse a «multitud de factores que podríamos integrar en las siguientes situaciones que servirían a la persona como estímulo: catástrofes naturales, separación o divorcio, pérdida de un ser querido, ruina económica, matrimonio, llegada de un hijo…».
La coach insta a diferenciar entre un estrés generado en un momento puntual, resultado del mecanismo natural que reacciona ante situaciones nuevas, que exigen mucho o peligrosas; o un estrés crónico, que es el que se ha prolongado en el tiempo debido a una situación o circunstancia que nos ha sobrepasado.
¿Cuáles son los síntomas?
-Caída del cabello y problemas en la piel, como el acné.
-Dolores de cabeza.
-Contracturas y bruxismo.
-Problemas gastrointestinales como diarrea, estreñimiento, sensación de 'estómago cerrado'.
-Problemas de sueño: dificultad para conciliar el sueño, despertarse durante la noche…
-Aumento de la presión arterial y del colesterol
-Cansancio
-Síntomas más relacionados con el estado anímico: agitación, falta de motivación, dificultad de concentración, irritabilidad, exceso en la ingesta de ciertos alimentos…
La coach aclara que «si bien es cierto que cada persona es un mundo a la hora de dar una respuesta ante el estrés, no hay que pasar por alto ni confundir estos síntomas con otras enfermedades, ya que el estrés a la larga aumenta el riesgo cardiovascular».
De lo anterior se extrae la influencia que tiene el estrés sobre el colesterol y «ya es de sobra conocido los efectos negativos que tiene un colesterol elevado en nuestra salud».
Almarcha señala que «en un primer momento el aumento del estrés puede venir de la mano de un aumento en el consumo de alimentos procesados, ya que se puede buscar el bienestar a través de este tipo de alimentos; además, si el estrés viene sobrevenido por la gran carga de responsabilidades, restará tiempo a la práctica de ejercicio físico, factor que ayuda en la regulación del colesterol».
Por otro lado, precisa que «hablar de estrés es hablar de cortisol, denominada la 'hormona del estrés', que hace que se libere ácidos grasos y triglicéridos. Esto origina que se pueda dar un aumento del colesterol malo a medida que pasa el tiempo y la situación de estrés no disminuye. Por eso es muy importante que cuando nos hagamos una analítica de sangre y veamos altas las cifras de colesterol llevando unos hábitos saludables de alimentación y práctica deportiva, nos preguntemos cómo estamos y tengamos en cuenta otros factores, a priori menos obvios».
Consejos para evitar que el estrés afecte al colesterol
Almarcha recomienda «implementar acciones que nos ayuden a reducir el estrés que tendrá como resultado una bajada del colesterol, si no hay otras causas asociadas. En concreto, se trata de:
-Practicar el pensamiento positivo. «Ten un trato amable contigo mismo», aconseja.
-Hacer ejercicio, ya que «es la mejor forma para reducir el cortisol», apunta.
-Comer sano. «Una buena alimentación basada en alimentos saludables es la mejor receta, sobretodo aumenta los que te aporten omega3, como el salmón. Consume cereales integrales, que ayudan a incrementar los niveles de triptófano y favorece la liberación de la serotonina, reduciendo el estrés; nueces, plátano, aguacate…».
-Meditar. «Practicar meditación ayuda a conectar con tu cuerpo y a aprender a escucharlo y, sobretodo, a relajar la mente lo que te ayudará a cuidar tus pensamientos».
-Dedicarse tiempo a uno mismo. «Opta por no llenar tu agenda todos los días y deja espacios libres para ti que te de la oportunidad de hacer actividades al aire libre que generen movimiento».
-Reducir todo lo que genere estrés en el hogar. «Analiza el significado de 'limpio' que te ayude a distribuir las tareas domésticas de una forma que no estés todo el día limpiando».
-Reducir lo que genere estrés en el trabajo. «Prioriza las tareas», propone.
La coach reconoce que «a veces podemos tener dificultad en integrar todas las recomendaciones anteriores, pero quizá merece la pena intentar implementarlas poco a poco, sobretodo por los grandes beneficios que nos pueden aportar».
Para finalizar, sostiene que «el bienestar interior viene de la mano de cómo seamos capaces en manejar lo que nos ocurre y sepamos identificar las situaciones que nos generar estrés y, aunque a veces pensemos que lo tenemos todo 'bajo control', ese control nos puede jugar una mala pasada y generar en nosotros unos daños colaterales que nos impidan vivir la vida con total plenitud».
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