Ryanair cambia sus normas con el equipaje de mano: estas son todas las novedades

La aerolínea irlandesa implementará cambios significativos en sus normativas, incluyendo sanciones más estrictas

Un avión de Ryanair. | Reuters

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La compañía aérea Ryanair, referente en vuelos de bajo coste en España y Europa, ha anunciado una serie de modificaciones sustanciales en su política de equipaje y procedimientos de embarque que entrarán en vigor a partir del 5 de noviembre de 2025. Estos cambios afectarán a todos los pasajeros que vuelen con la aerolínea irlandesa, estableciendo nuevas normas y sanciones más estrictas.

Entre las modificaciones más relevantes destaca la eliminación definitiva del billete en papel, siendo obligatorio presentar el billete en formato electrónico para poder embarcar. Además, se han establecido límites más rigurosos para el equipaje de mano, con dimensiones máximas permitidas de 40 x 20 x 25 centímetros sin coste adicional.

Nuevas tarifas y sanciones

La aerolínea ha incrementado sus penalizaciones por incumplimiento de las normativas. La multa por exceder las dimensiones permitidas del equipaje de mano aumentará de 60 a 70 euros. Los pasajeros que deseen llevar una segunda maleta deberán contratar el servicio de Embarque Prioritario, cuya tarifa se determina en el momento de la reserva.

Normativa de los 40 minutos

Una de las medidas más estrictas es la implementación de una multa de 100 euros para aquellos pasajeros que se presenten en el mostrador de facturación con menos de 40 minutos de antelación a la hora programada del vuelo. Esta norma se aplicará también a quienes intenten realizar una reserva en el siguiente vuelo tras haber perdido el original.

Para evitar inconvenientes, se aconseja a los pasajeros verificar las dimensiones del equipaje antes de llegar al aeropuerto, considerar la contratación del Embarque Prioritario si se necesita llevar más equipaje, y presentarse con suficiente antelación en el aeropuerto. La aerolínea mantiene disponible la opción de cambio de vuelo hasta una hora después de la salida programada, aunque siempre aplicando la tarifa correspondiente por pasajero y trayecto.