BARCELONA (20+17+11+14): Huertas (7), Oleson (8), Papanikolaou (6), Lorbek (8), Tomic (16) -cinco inicial- Dorsey (5), Sada (0), Abrines (2), Nachbar (7), Navarro (3) y Pullen (0).
REAL MADRID (20+25+28+27): Llull (11), Darden (6), Rudy Fernández (12), Mirotic (19), Bourousis (7) -cinco inicial- Sergio Rodríguez (21), Mejri (2), Slaughter (4), Carroll (7), Reyes (11) y Díez (0).
Árbitros: Christos Christodolou (GRE), Ilija Belosevic (SRB) y Robert Lottermoser (GER). Eliminaron por cinco faltas personales a Nachbar (min.37).
Por segundo año consecutivo, el Real Madrid disputará mañana la final de la Euroliga ante el Maccabi, y de nuevo a costa del Barça, al que ya derrotó el año pasado en Londres y al que ayer le infligió un castigo sin paliativos (62-100) con un baloncesto coral en el que por encima de todos destacó el base Sergio Rodríguez (21 puntos y 6 asistencias).
El Barça, que tardará de olvidar una de las noches más negras de su historia reciente, sólo fue mejor en el arranque, cuando parecía que, esta vez sí, había subido ese par de peldaños necesarios para doblegar al conjunto blanco.
Comandado por un inspirado Huertas que, desde el principio, buscó con éxito a Tomic en el bloqueo y continuación, firmó un 12-4 inicial en apenas cuatro minutos que obligó a Pablo Laso a pedir su primer tiempo muerto.
Reacción
El técnico madridista sacó a Sergio Rodríguez para cambiar el ritmo el partido y acabó con el sufrimiento de Bourousis para frenar a Tomic, poniendo más músculo en la zona con Slaughter. Con ese nuevo guión, y el acierto de Mirotic (9 puntos en el primer cuarto), el Madrid volvía a equilibrar el choque (16-16, min.8) y Laso le devolvía la jugada a Xavi Pascual, quien era esta vez el que paraba el partido con un tiempo muerto.
El técnico catalán, que había reservado a Navarro, daba entrada a la ‘Bomba', pero éste no despertaría hasta el segundo cuarto, al igual que Rudy Fernández, apagado en estos primero minutos.
Con un igualado 20-20, se llegaba al final del primer período, pero el Real Madrid dinamitaba el partido al inicio del segundo. Con Sergio Rodríguez en estado de gracia, Rudy empezando a ver aro con más facilidad y una antideportiva de Papanikolaou que acabaría con cinco puntos extras del conjunto blanco, los de Laso endosaban un parcial de 0-11 a los azulgranas para colocarse 20-31 antes de llegar al ecuador del segundo cuarto.
Un triple de Navarro y otro de Papanikolaou paraban la sangría, pero Rudy y Reyes respondían de nuevo desde los 6,75. El Barcelona, que había equilibrado la batalla del rebote, desperdiciaba sus opciones de recortar diferencias en el marcador desde la línea de tiros libres (9 de 17 en la primera mitad).
Sin embargo, su defensa en los últimos minutos de la primera mitad, un nuevo triple de Oleson y a la fiabilidad de Tomic en el poste bajo le permitieron mantenerse con vida al llegar al descanso (37-45).
Ese último ataque de dignidad azulgrana sirvió simplemente para alargar la agonía durante los minutos que el ‘Chacho', MVP de la temporada y a este paso también de la Final Four, estuvo descansando.
Cuando Rodríguez volvió a pista, el Real Madrid fue un vendaval. Su rival, con Navarro renqueante, Lorbek y Nachbar fuera del partido y Huertas intermitente, sólo tenía a Tomic, el mejor pívot de la competición, donde agarrarse.
Sentencia
Diez puntos casi consecutivos de Sergio Rodríguez, un par de canastas fáciles de Llull y un triple estratosférico de Mirotic ejecutaban al Barça, que perdía de 25 puntos al final del tercer cuarto (48-73).
El festival blanco siguió en el último período ante un Barça sin orgullo que deambulaba apesadumbrado por el parqué, a merced de un rival gigantesco que llegó a ganar de 39 (59-98, min.38), pero que al final lo hizo sólo por un punto menos, tras llegar a los tres dígitos (62-100).
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