Félix Alonso, nuevo técnico del Iberostar Palma, da instrucciones a sus jugadores. | Miguel Ángel Borrás

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El Iberostar Palma ha tocado fondo. Desde este punto, y con la llegada de Félix Alonso, ya solo se puede mirar hacia arriba. El colista Ourense ahondó en la herida de los mallorquines, sumando en Son Moix su segunda victoria de la temporada (67-69), para hundir un poco más a los isleños, que echaron de menos al mejor Zyle, pecaron de excesiva generosidad en el rebote, dando demasiadas opciones al rival, y se estrellaron contra la defensa de los gallegos para acumular una dolorosa cuarta derrota seguida (5-11) que les consolida en el furgón de cola de la LEB Oro.

Debut
No tuvo apenas tiempo Félix Alonso para preparar el partido, pero sí se vieron pequeños detalles, en especial en cuanto a la intensidad defensiva, especialmente en el arranque, además de dar más protagonismo a Joan Tomàs o un Sergi Costa que respondió cuando Bivià se cargó de faltas personales.
El guión de otras tardes se repetía. Barría el Iberostar en el arranque, en especial desde más allá de 6'75. Cinco triples en cinco minutos (18-8) dejaban tocado al Ourense, que tirando de centímetros logró cerrar el primer cuarto apenas a cuatro puntos (24-20).
Con Zyle perdido, el juego interior isleño lo capitalizaba Slezas. Le costaba al Iberostar despegarse en el electrónico en un segundo cuarto pobre en anotación y cargado de tensión (35-29, minuto 20).

Equilibrio
Zamora, Rozitis y Manzano elevaban al Ourense en el electrónico (40-41). Los gallegos se lo empezaban a creer mientras las dudas asaltaban al Iberostar, al que rescataban del precipicio un triple de Fornas y una canasta de Medori con la que se cerraba el tercer cuarto (47-47).
Slezas y Costa alimentaron la ilusión, pero un parcial de 0-9 y los despistes en el rebote lanzaron a un Ourense en el que Zamora se mostró letal para abrir brecha en el último minuto (62-67). Tocaba apelar a la épica. Bivià y un triple de Fornas (67-68, a 3 segundos), unidos a un tiro libre errado por Uzas (67-69) dejaron a Joan Tomàs un triple ganador que no entró.