El equipo del Palmer Alma Mediterrànea Palma, durante la presentación de las plantillas del club que se celebró el pasado viernes en Son Moix. | Teresa Ayuga

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Otra final en Son Moix, y van... Sin margen de error, sin red y con la extrema necesidad de ganar, el Palmer Alma Mediterránea Palma recibe este domingo (17 horas) en el Palau a un viejo conocido, un TAU Castelló que aterriza en la Isla con una dinámica positiva (+2) e instalado al acecho de las posiciones de cabeza de la LEB Oro (6-4). Todo lo contrario que los hombres de Pau Tomàs y Álex Pérez, que tras la victoria del Huesca frente al Oviedo (73-68) podrían quedarse como colistas en solitario si no ganan este domingo al conjunto que dirige todo un clásico como Toni Ten.

Y es que apenas acumula un triunfo el cuadro balear (1-9), que ha dejado pasar demasiadas oportunidades en Son Moix y se ha visto lastrado por las lesiones y la mala gestión de unos finales de partido fatales para un Palmer Palma que, hace una semana, dejó pasar una ocasión de oro en Palencia, donde una canasta sobre la bocina de Bamba Fall les dejó sin recompensa tras plantar cara a uno de los pesos pesados de la categoría.
Con la baja de Kanyinda, aquejado de problemas físicos, unida a las de un Lugarini que entra en la recta final de su recuperación y la ya sabida de Suskavcevic, el Palmer Alma Mediterránea Palma se la vuelve a jugar. Otra derrota, la décima, sería fatal a nivel deportivo y moral, con el Girona de Marc Gasol y el Almansa en el horizonte antes de Navidad.

El regreso y las buenas sensaciones dejabas por Lundqvist en su retorno al equipo permiten ser optimistas, al contar con una rotación extra en el perímetro para intentar plantar cara a un TAU Castelló que quiere dar continuidad a su racha de buenos resultados (dos victorias seguidas, la última en la pista del Prat) y obtener el que sería su cuarto triunfo como visitante (tras Oviedo, Melilla y Prat).

Kai Edwards ha vuelto al equipo y la única baja del TAU es la de otro viejo conocido del Palmer, Edu Durán. Rozitis, Stutz, Hermansson o el tándem que forman el menorquín Joan Faner y Óscar Alvarado -otro ex del Palma- en la dirección del juego castellonense son argumentos contundente como para tener muy en cuenta a un equipo que llega dispuesto a dar otro paso al frente frente a un adversario, el Palmer Palma, herido de muerte y que deberá levantarse de nuevo y apoyarse en el oficio de Pol Figueras y Maxi Fjellerup, en la mano de Van Beck y la progresión de Kostadinov, Ruesga, Feliu y compañía para no encajar otro revés doloroso y, esta vez sí, verse lejos de la permanencia, único objetivo que tiene en el horizonte el proyecto isleño, que el pasado viernes presentó a sus equipos base en Son Moix, en un acto que sirvió para reunir de nuevo a la familia del Bahía San Agustín.