Imagen del jugador mallorquín del FC Barcelona Álex Abrines y el también mallorquín del Real Madrid, Rudy Fernández, durante un partido entre los dos equipos. | Efe

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El clásico que medirá el próximo viernes en Kaunas al Barça del mallorquín Álex Abrines frente al Real Madrid de su paisano Rudy Fernández será el quinto que protagonicen ambos en una fase final europea, con un claro balance favorable a los blancos que han ganado los últimos tres. El Barça venció en el primer enfrentamiento (76-66) en París (1996), pero los blancos se han llevado las victorias en los tres siguientes enfrentamientos: 2013 Londres (74-67), 2014 Milán (100-62) y 2022 Belgrado (86-83).

El Real Madrid se siente fuerte, de cara a la Final a Cuatro de la Euroliga, tras haber eliminado al Partizán y superado un 0-2 inicial que nadie había logrado antes, como reconocieron los jugadores en el 'media day'. «La victoria ante el Partizan nos ha servido para juntarnos más y nos ha hecho más fuertes, y debemos aprovecharlo", comentó Rudy Fernández.

La inercia de esa pequeña página escrita en la historia de la Euroliga ha servido para que los compromisos de Valencia y Las Palmas del pasado fin de semana se solventaran con mayor facilidad de lo esperado y para llegar a Kaunas con la moral reforzada. Eso sí, nadie lanza las campanas al vuelo y reconocen que el Barcelona es un rival más que peliagudo, una muralla que les hace estar «tan lejos y tan cerca» del que sería su undécimo entorchado.

Chus Mateo, entrenador del Real Madrid confirmó «al 99 por ciento» la ausencia de Vincent Poirier, lo que sumado a las de Guerschon Yabusele, por sanción, y Gabriel Deck, por lesión, hacen que el puesto de '4' pueda ser el talón de Aquiles del equipo.

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El Barça de Álex Abrines afronta la tercera Final a Cuatro de la Euroliga en la era Jasikevicius sin el favoritismo de otras ocasiones, pero precedido por una dinámica ascendente de juego, resultados y confianza que le reafirma como aspirante para ganar por tercera vez el ansiado cetro continental.

Dos títulos, levantados en 2003 y 2010, son un botín escaso para el segundo club que más veces ha pisado la Final a Cuatro desde la instauración del formato en 1988: 17, solamente superado por las 19 del CSKA Moscú.

Reconquistar Europa es el gran desafío de la era Jasikevicius, que no ha faltado a una Final a Cuatro desde que asumió el cargo en 2020. Antes de la llegada del técnico lituano, el Barça llevaba siete años sin acceder a semifinales y once sin pisar la final. Falta dar el último paso.

'Saras' es todavía el único jugador que ha ganado la competición con tres equipos distintos (Barça, Maccabi Tel Aviv y Panathinaikos), y aspira a convertirse en la cuarta persona en levantar la Euroliga también como entrenador después de Armenak Alachachan, Lolo Sainz y Svetislav Pesic.