El pulso entre los equipos mallorquines que habitan en la tercera planta del baloncesto español ha sorprendido a todos con un montón de problemas encima. A la caza de luz y de alivio, presentan unos números calcados (3 victorias, 7 derrotas) que parecen más crudos en la orilla del Palmer. Los locales, que dispararon la bala del cambio de entrenador hace casi un mes, caminan cuesta abajo desde la cuarta jornada, el punto del calendario en el que empezaron a amontonar derrotas. Después de un inicio de ensueño a las órdenes de Óscar Olivenza —tres triunfos ante Salou, Gran Canaria y Sant Antoni— aparecieron los dolores de cabeza y ni siquiera la llegada de Sergio Jiménez ha servido como analgésico. Con el entrenador salmantino a los mandos el equipo ha mostrado destellos interesantes y ha aseado su imagen, aunque no sus números: tres partidos, tres caídas.
Buena parte de los problemas que sufre el Palmer están en la enfermería. El conjunto turquesa empezó a perder el hilo con la baja de Bobby Harris y terminó de hacerlo del todo con las de Ryan Nicholas y Arminas Urbutis. Tras ausencias sensibles que lo seguirán siendo en el primer derbi mallorquín de la campaña en Son Moix.
En el Fibwi Palma, que ha repartido sus desgracias de forma, las vistas no son mejores. La última derrota —suma cuatro seguidas— le costó el puesto a Pau Tomás y ha llevado al club a dar un volantazo similar al de su vecino. La misión de sostener el proyecto recae ahora sobre la espalda de Ricardo Uriz, que este domingo no podrá contar con Marc García y Naoll Balfourier.
El apunte
Ricardo Uriz toma el mando y Pepe Laso no continúa
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.