El escolta argentino del Blancos de Rueda Valladolid Federico Van Lacke (d) defiende al ala pívot serbio del Menorca Basquet Ivan Radenovic. | Efe

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Blancos de Rueda 71

Menorca Bàsquet 55


Blancos de Rueda (12+16+16+27)
: Dumas (2), Van Lacke (8), Robinson (3), Martín (2), Barnes (7) -cinco inicial-, Stanic (6), Báez (18), López (7), Slaughter (13), Diego García (2) y Sarmiento (3).

Menorca Bàsquet (10+14+17+14): Ciorciari (-), Limonad (8), Víctor (16), Donaldson (5), Radenovic (5) -cinco inicial-, Huertas (13), Torres (4), Otegui (1), Servera (3) y Sánchez (-).

Àrbitros: Redondo, García González y Sánchez Mohedas. Eliminaron por cinco faltas a Donaldson (min.38), del Menorca, y a Báez (min.38), del Blancos de Rueda.

Valladolid fue una plaza imposible para el Menorca, que cedió una nueva derrota, ante el Blancos de Rueda, la revelación de la ACB. El grupo de Olmos ofreció cierta estampa de buen nivel a lo largo del juego, ni por aproximación la precisa para detonar el extraordinario instante en que dormita el conjunto de Porfi Fisac. Sustentado en una coralidad total, el Valladolid superó al Menorca exhibiendo en su plenitud todos los preceptos de su libro de estilo. El bloque insular, que opuso reacción en los primeros 30 minutos, acabó entregado en mitad de la última manga, rebasado por la velocidad del Valladolid y sin mostrarse capaz de detentar la dosis de dureza y agresividad que la coyuntura reclamó (71-55).

La efectividad de Cuthbert bajo hierro sostuvo al Menorca durante un primer cuarto gobernado por la precipitación de los dos equipos. Discurrido casi íntegro el parcial inicial, y el guarismo que presentaba el marcador se reducía a un 4-8 favorable al grupo de Olmos. A la que Valladolid pudo trenzar un par de transiciones, el viraje que la cita contempló resultó considerable. El cuadro pucelano enlazó con el comienzo del segundo periodo para una ruptura de 17-2, fundamentada en una tiránica secuencia de Slaughter en la zona y la velocidad de Van Lacke (21-10 tras triple de Isaac López, -11).

Con la aparición de Huertas, Caio Torres y Otegui, la partida cobró un nuevo zarpazo, en signo visitante esta vez. El Menorca por instantes aplacó el enervado ritmo local y progresivamente, desde el tiro libre, acercó de nuevo su rostro (21-17). Hasta el descanso, el trecho en el luminoso circundó en -4 (28-24 al descanso).

El tercer cuarto fue un calco al anterior. Valladolid, con una defensa guerrera e inteligente y un ofensivo bien circulado, recorrió un nuevo tramo de puntos hacia el triunfo. Barnes sumó siete tantos en cuatro minutos, e intervaló Valladolid su productividad con un par de rápidas contras para repetir máxima en su favor (44-33 a 2', llamada de Olmos a capitulación).

El Menorca consiguió detener también la transición rival. Agregó a eso un par de certeros disparos de triple, ejecutados por Radenovic y Huertas, y se situó a soslayo rival cuando el tiempo de la tercera entrega apagaba (44-41).

En ese momento, de inflexión sobre el desenlace, erró el Menorca, que no procuró la necesaria intensidad en defensa, y permitió a Báez resaltar hacia el MVP del duelo. El portugués marcó las diferencias y lideró a los locales hacia la victoria.