Luis Costa y Luis Salom, juntos en una fotografía. | Twitter

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Luis Costa, además de entrenador y mano derecha del piloto mallorquín Luis Salom, era uno de sus amigos más cercanos.

Él, como todo su círculo familiar y de amistades más inmediato, quedó muy tocado por el repentino fallecimiento del joven palmesano, tras el trágico accidente en los entrenamientos de Moto 2 en Montmeló del pasado viernes.

Por ello, le ha rendido un sentido homenaje a través de una carta de lo más personal, que corre como la pólvora a través de las principales redes sociales, y que publicamos íntegramente a continuación:

Por mucho que intento no pensar, es inevitable que te me aparezcas en flashes durante todo el día.

Se me hace muy difícil imaginarme que no estás aquí con nosotros, que no te iré a controlar en las curvas de los circuitos y a regañarte lo poco que hacías mal. ya nada volverá a ser como antes.

Te fuiste sin avisar.

nadie del equipo estaba preparado para esta situación.

Era un puto entreno libre 2, como cualquier otro entreno en viernes tarde. No era una guerra en que tuviéramos que preocuparnos por tu vida, no sufrías una enfermedad. Era tu vida, las motos, las que te lo han dado todo.

Luis...

Cooooño es que no tenías cara de ir a morirte, ostia puta.

Jueves tarde, antes de la rueda de prensa de MotoGP, bromeabas conmigo y Eduardo Perales, sobre tus dichosas timas del número cinco...!

Salom: Costa, cuanto has tardado de tu casa al circuito?

Yo: unos 25 minutos de tranquis.

S: ¿Cuáaanto?

Y: Veinticincooooo!!!!

S: Pues por el cuuuulo te la hincoooo!

Y yo te cogí de la cintura y te levanté llamándote cabrón y riéndonos mutuamente.

Luego vas y me soltaste...

S: Te vendiste todas las motos?

Y: Siiiiií

S: ¿Cuántas tenías?

Y: Cincoooo

S: Pues por el culo te la hiiiincoooooooooo!!!

Y Edu tronchándose contigo, y tú burlándote de las pocas luces que tuve con lo del puto cinco y su rima de los huevos.

Luego estuvimos hablando que te habías enamorado de mi Tmax, que flipabas, y que le habías comprado una a tu padre.

Me comentaste tus entrenos con la Yamaha MT07 en los kartings...

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También de las motos de Supermotard y te metías conmigo de lo pijeras que era yo al decorarlas y prepararlas.

Te hice entrar en razón porque tú, en el fondo eres igual, perfeccionista enfermizo.

Joder Luis, qué mierda todo tío.

Estoy escribiendo esto, que me sirve como de pequeño homenaje para recordarte de lo gran persona y genial que eras.

En la moto eras un puto caballo de carreras, agresivo, nervioso, imparable.

Por la tv igual no parecías tan simpático, pero una vez te soltabas y cogías confianza con alguien, no había quién te parase. Eso me gustaba de ti, ya que yo también soy así.

Quiero llorar y ya no me quedan lágrimas. Necesito escribir esto para sentirme mejor.

Maldito día, maldita hora, maldito entreno, maldita curva, maldita mala suerte. ¿Esto es un sueño?

Podría serlo por favoooor Dios!

Lo que debía ser un fin de semana para disfrutar, una película de acción y con final de lo más guapo, cambió de guión repentinamente llevándose todo por en medio.

Viernes antes de la FP1, me decías que dejabas las llaves del scooter en la mesa. No vine a la FP1 por un tema familiar, pero te prometí que en la FP2 estaría allí como un reloj.

Mira si eras buen tío y me sorprendías cada día más, que estando tú concentrado en la moto, me envías por Whatsapp a las 14:22 que cómo se encuentra mi padre después de su ataque de ansiedad.

Eso sólo lo hace alguien que tiene un corazón más grande que el pecho.

Acabaste 8º en el primer entreno, contento, disfrutandp encima de tu Kalex.

En el camión del SAG Racing Team, como de costumbre, Jesko Raffin y tú os ponéis a estirar y al verte yo a cuatro patas estirando la espalda, te pego una patada en el culo y te digo cuatro chorradas (que nos vienen bien siempre a los pilotos, para destensar el ambiente pre entreno), te doy los mismo consejos de siempre, que disfrutes del entreno y que todo saldrá sólo.

Y Luis, la última vez que te vi, fue en la curva 4, en Repsol, entrando cruzado, agresivo, por faena.

Yo tenía apuntado en las notas, para decirte al finalizar el entreno, que en La Moreneta, entrando de izquierdas y empalmando la subida, aprovechabas la pista muy bien y eras de los más rápidos en esa sección.

Sorprendentemente, ya no pasaste más por delante mío. Yo te esperaba encima del scooter, con mi hoja de tiempos, mi mapa del circuito, los 4 parciales distinguidos, mi bolígrafo, mis notas...

Pusieron bandera roja en pista y lo demás no quiero contarlo.

Los trágicos momentos vividos después de tu caída, no quiero repetirlos nunca más. Esa agonía de verte tendido en la curva 12 del Circuit de Barcelona-Catalunya, sin que los marshalls me dejaran entrar a ver cómo estabas, saber de ti, si te movías, si hablabas....es lo más duro que he vivido y he visto en mi vida.

Ahora ya no podré ayudarte nunca más a pie de pista, amigo, pero veré tu estrella brillar por la noche, con más intensidad que nunca, la estrella más grande del universo, "La estrella número 39".

Me guardo como oro la hoja de notas y el boli, para cuando nos reunamos un día allí arriba, te pueda seguir controlando en los parciales del cielo y cuando finalicen los entrenos en el paraíso, nos partamos la caja con tus rimas y mis tonterías del cinco, una y otra vez.

Y te nos has ido, tío.....

Mi piloto galgo de carreras, allí donde estés, sigue cabalgando con ese nervio que te caracteriza.

Eras, eres y serás siempre un pura raza, mi MEXICANO.

Luis Salom Horrach

7-8-91 / 3-6-16.