Pep Sansó El Mallorca perdió de forma clara frente a Las Palmas
de Fernando Vázquez en un encuentro donde la Champions estuvo
demasiado presente. Los jugadores arrastraron el cansancio físico y
mental del partido ante el Hajduk Split. Por ello, Krauss reservó a
Engonga y Miquel Soler para darles descanso, pese a que la próxima
semana no hay competición, situando a Vicente de lateral izquierdo,
y «Chichi» Soler en el medio del campo.
La posición del catalán en la banda, al ser un jugador diestro y
no habituado a la posición, obliga a Ibagaza a jugar pegado a la
banda, pues nunca se produce el desdoblamiento ofensivo de Vicente.
Así, el Mallorca pierde, como en Split, con la alinieación de
Fatith en el lateral, a su organizador y suministrador de balones.
Las Palmas planteó un partido inteligente. Vázquez cerró a sus
cuatro defensas para evitar los pases interiores de Ibagaza sobre
Luque y Eto'o. Los canarios desarrollaron un fútbol de calidad, con
buen toque, y fuerte presión en la medular, que desarboló al equipo
de Krauss.
Al Mallorca le cambió la decoración cuando Luque falló un
penalti, con empate a cero en el marcador, y que debía haber
lanzado Ibagaza. Desde este momento, los de Krauss fueron a
remolque. Al equipo le faltaba profundidad, juego por bandas,
rapidez en la circulación de la pelota y especialmente desenganchar
a Ibagaza de la banda. Es pronto para sacar conclusiones
precipitadas, y el Mallorca debe disfrutar de la Champions
consciente de que su objetivo prioritario es la Liga.
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