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La polémica vuelve a ocupar el primer plano en la actualidad del fútbol español. Poco importa el que sea ya un elemento más de cuantos componen el deporte rey, porque en cada una de las citas revestidas de importancia, una jugada o un simple gesto pueden ser suficientes para generar una cáscada de comentarios, críticas e incluso descalificaciones. La acción entre Raúl y Marchena, que se saldó con un penalti en el último minuto que puede resultar clave en el devenir de la Liga, ha reabierto el eterno debate sobre ayudas y favores arbitrales y ha sido utilizada desde algunos sectores para cuestionar el trato igualitario que deben recibir los equipos por parte del colectivo arbitral. Tristante Oliva y su decisión irrumpían además en un momento especialmente delicado del torneo; en plena marejada por la expulsión de Zidane en Sevilla y por la más que discutible actuación de Jorge Valdano en el mismo partido, cuando aprovechó el tiempo de descanso para bajar al túnel de vestuarios a intimidar y pedir explicaciones al colegiado. Los malpensados quieren ver una actuación dirigida, aunque también hay quien cree que la polvareda que se ha levantado es totalmente exagerada.

Llorenç Serra Ferrer considera que el árbitro se equivocó, pero tampoco observa en la jugada ninguna maniobra destinada a favorecer al conjunto blanco. Para el entrenador mallorquín «la acción no pareció penalti» y a su vez cree que la base del problema radica en la diferencia de criterio que presentan los encargados de repartir justícia sobre el terreno de juego. «Es muy difícil que un árbitro pueda observar esa jugada para marcarla con la precisión necesaria. Aún así, no creo que se favoreza sistematicamente al Madrid aunque en este tipo de jugadas se esté viendo beneficiado. Creo que la polémica que se ha creado es hasta cierto punto normal porque el fútbol es un deporte de masas. La opinión está a la orden del día y sobre todo cuando se le concede tanta importancia a un equipo galáctico», apunta el entrenador isleño.

Gonzalo Colsa también coincide al subrayar que «la jugada no es penalti, pero tampoco creo que haya intención de ayudar al Madrid». El jugador cántabro del Real Mallorca señala que «cuando más se hablaba de este tipo de polémicas, un error hace que se vuelva a avivar todo esto y que se reanude el debate». El medio centro asegura además que «estos penaltis no se los pitan a cualquiera, ni tan siquiera en casa. No me parece que haya una falta clara porque no veo ni forcejeo ni nada. El inconveniente es que no todos los árbitros miden con el mismo rasero. Viendo el partido, me sorprendió muchísimo la postura de Tristante Oliva».

Federico Lussenhoff también se alinea con quienes piensan que no hay una corriente de favor sobre el equipo que preside Florentino Pérez. «No hay penalti en esa jugada, ya sea en el área del Valencia o en la del Madrid, pero no creo que eso tenga nada que ver con que favorezcan o no al equipo blanco». El argentino ha tenido que vivir situaciones similares a la del valencianista Marchena y cree que siguiendo la línea marcada por Tristante Oliva «habría un montón de penaltis en cada partido».

Julio Alberto Moreno, ex jugador de elite e internacional, afirma que no es partidario de hablar publicamente de los colegiados «porque no me gusta, pero está claro que no existió penalti en la jugada del Bernabéu. Raúl echa el cuerpo encima de Marchena, que intenta esquivarlo con la mala suerte de que lleva el codo arriba. En cualquier caso, esta situación no es nueva y se produce varias veces por temporada. Por eso estoy firmemente convencido de que los árbitros deben ser profesionales y dedicarse única y exclusivamente a esto», recuerda.