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El Levante espera que su próximo enfrentamiento con el Real Madrid le permita cambiar el papel de actor secundario que ha ejercido en la presente Liga por uno de protagonista durante este tramo final de campeonato, en el que los de Wanderlei Luxemburgo se juegan gran parte de sus posibilidades de luchar por el título.

El Madrid viaja a Valencia consumada su resurrección con su triunfo ante el Barça y tras instalar un nuevo clima de optimismo en una plantilla que comienza a creer en el milagro de protagonizar una remontada liguera y acabar adjudicándose el título.

La victoria ante el líder ha cambiado el panorama del Real Madrid. La plantilla, que sigue pensando en el reto de ganar los siete partidos que restan hasta el final de temporada, trabajó en medio de un gran ambiente durante la semana que sólo pudo rebajar la accidental lesión de Thomas Gravesen y algún momento cabizbajo de Luis Figo, a quien no sienta bien su condición de suplente.

Tras caer lesionado en el entrenamiento del miércoles, el centrocampista danés no pudo recuperarse de un esguince de tobillo, y Luxemburgo sorprendió ubicando en su puesto a Borja en vez de confiar en Guti.

El técnico blanco mostrará en Levante su apuesta ofensiva. El buen resultado obtenido ante el Barcelona (4-2), da continuidad a su apuesta por Raúl, Zidane, Owen y Ronaldo juntos en el once.

El Barcelona por su parte, se medirá hoy contra el Getafe en un choque en el que el conjunto catalán, conocedor de la trascendencia del duelo, recurrirá a medidas de emergencia para paliar las importantes bajas que tiene en su equipo titular, mientras que los madrileños asumirán este encuentro sin presión, como un premio a la gran temporada que están realizando.

El Barça cuenta con muchas preocupaciones para completar el once más competitivo posible, con las bajas del defensa Carles Puyol (sancionado) y del delantero Samuel Etoo (lesionado).

Se enfrenta a un rival que teme jugará desinhibido porque tiene todo el trabajo hecho en la Liga y porque cuenta con una buena tarjeta de presentación en los últimos choques, entre ellos, la victoria contra el Madrid del pasado 13 de marzo.

El entrenador barcelonista, Frank Rikjaard, no ha dado ninguna pista de las soluciones que dará a estos problemas, que se incrementan con las ausencias de dos lesionados más: el italiano Demetrio Albertini y Silvio Mendes, Sylvinho.

Ante esta situación, la solución más factible en el eje de la defensa es que el mexicano Rafael Márquez retrase su posición y haga pareja con Oleguer Presas, después de que por culpa de una lesión de Puyol hace dos semanas, el eje defensivo fuese un coladero contra el Betis.

En lugar de Márquez en el centro del campo, junto al reaparecido Deco (sancionado contra el Madrid) y Xavi, todo apunta a que Gerard volverá a disfrutar de una nueva oportunidad, desperdiciada precisamente contra el Betis, en la que el catalán dejó el campo por su escasa aportación. La otra solución es que juegue Iniesta, quien ya participó contra el Madrid, pero Rijkaard prefiere en el eje del centro del campo a un jugador contundente y de presencia física, para cuyo perfil Gerard parece el más indicado.

En ataque, el Barcelona tiene otro gran problema. Su ariete, Samuel Etoo, estará de baja por un pinzamiento en el menisco externo de la pierna derecha, que se produjo contra el Madrid. Los médicos no le han concedido el alta y en su lugar actuará Maxi López.