Real Sociedad: Bravo; Estrada, Mikel González, Ansotegi, De la Bella; Rivas (Elustondo, min. 65), Aranburu (Agirretxe, min. 78), Xabi Prieto, Griezmann, Zurutuza (Sarpong, min. 65); Tamudo.
Málaga: Willy Caballero; Gaspar, Wellington, Kris, Eliseu; Recio, Apoño, Duda (Maresca, min. 75), Portillo (Sandro Silva, min. 66); Seba (Obuwu-Abeye, min. 84) y Rondón.
Goles: 0-1, min. 25. Duda. 0-2, min. 57: Rondón.
Àrbitro: Undiano Mallenco (Navarra). Tarjeta amarilla a Rivas, Estrada, Caballero y Wellington.
El técnico chileno Manuel Pellegrini respira un poco más tranquilo tras el justo triunfo del Málaga en Anoeta ante una Real Sociedad desorientada, que jugó uno de los partidos más flojos de la temporada ante su afición.
El equipo donostiarra imprimió un gran ritmo de inicio en su búsqueda de un gol rápido que generara angustia a un Málaga muy necesitado, que había viajado a San Sebastián en comunión con la directiva para transmitir una imagen de unidad ante un momento deportivo realmente complicado.
La Real estuvo cerca de anticiparse en el marcador a los ocho minutos de juego, en una internada en el área visitante de Xabi Prieto, muy suelto durante la primera mitad, pero su disparo lo detuvo bien colocado el guardameta argentino Willy Caballero, que fue uno de los mejores del encuentro.
El equipo andaluz, recibido con pitos en Anoeta, mejoró sus prestaciones a medida que avanzaba el partido y empezó a llevar peligró a la portería del chileno Claudio Bravo, sin causar claras oportunidades de gol hasta el minuto 25.
Duda, una pesadilla para los blanquiazules, logró el gol para su equipo en ese minuto, en un lanzamiento directo de falta que los donostiarras no supieron defender y al que Bravo, despistado por un movimiento de arrastre del venezolano Rondón, no supo responder, por lo que encajó un gol tonto que condicionó el choque.
La Real se vació en la segunda mitad en la búsqueda del gol del empate pero se encontró con un Willy en estado de gracia que, como siempre que juega en Anoeta, ofrece actuaciones estelares.
Cuando más sufría el equipo de Pellegrini y parecía cerca el empate, llegó el segundo gol malacitano, obra de Rondón al ganar un balón alto a Ansotegi y cruzar un remate de cabeza al que no llegó Bravo.
Hasta el final, el partido fue ya un canto desesperado de los donostiarras por mantener alguna opción de sacar algo positivo contra un Málaga sólido que no hizo concesión alguna y que vivió un final de encuentro más que tranquilo.
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