El delantero uruguayo del Málaga CF Seba Fernández celebra su gol, primero de su equipo. | Efe

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Málaga 5 - 1 Zaragoza


Málaga
: Caballero; Sergio Sánchez (Demichelis, m.54), Mathijsen, Weligton, Monreal; Cazorla, Toulalan, Recio (Joaquín, m.55), Isco; Sebastián Fernández (Maresca, m.75) y Rondón.

Zaragoza: Roberto; Pablo Alvarez, Lanzaro, Da Silva, Obradovic; Lafita (Luis García, m.73), Rubén Micael, Pinter, Abraham (Juan Carlos, m.56); Oriol, Aranda (Hélder Postiga, m.73).

Goles: 0-1, M.23: Aranda. 1-1, M.46+: Sebastián Fernández. 2-1, M.67: Isco. 3-1, M.77: Demichelis. 4-1, M.79: Isco. 5-1, M.88: Rondón.

Árbitro: Turienzo Alvarez (Colegio Castellano-Leonés). Mostró tarjeta amarilla al malaguista Toulalan (m.62) y a los zaragocistas Lanzaro (m.6), Pinter (m.14) y Pablo Álvarez (m.74).

El Málaga se desmelenó hoy con una victoria que le sitúa provisionalmente cuarto, en puestos de Liga de Campeones, tras golear por 5-1 al Zaragoza, un rival desfondado al que condena prácticamente al descenso, a pesar de que los aragoneses se adelantaron en el marcador y fueron mejores en algunos momentos.

Sin embargo, tras empatar a uno el uruguayo Seba Fernández para el Málaga en el tiempo añadido del primer tiempo, el Zaragoza quedó noqueado nada más encajar el segundo gol, obra de Isco con la colaboración del paraguayo Da Silva pasada la hora de partido.

El equipo malagueño volvió a demostrar su fortaleza en La Rosaleda, donde ha logrado veintitrés puntos con sólo dos derrotas y dos empates. Su técnico, el chileno Manuel Pellegrini, repitió el once que fue goleado la pasada jornada por el Athletic en Bilbao.

El Málaga quiso evitar despistes y sorpresas, y salió muy motivado, dominador e intentando llevar peligro por las bandas. Así, un centro de Monreal por la izquierda no lo aprovechó Sebastián Fernández, cuyo disparo lo interceptó el meta zaragocista Roberto.

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El Zaragoza, muy limitado por sus problemas deportivos, no fue cobarde y, con un fútbol veloz y agresivo atrás, creó bastante peligro, lo que llevó el nerviosismo a la zaga malaguista.

De este modo, en el ecuador del primer tiempo, un centro por la derecha de Lafita lo aprovechó Aranda para, adelantándose a Weligton, sorprender al portero argentino Caballero y hacer el 0-1.

El Málaga lo acusó bastante. Los nervios se adueñaron de los jugadores locales, con un juego insulso, sin velocidad, sin toque y romo en ataque, que quebraron puntualmente sendos remates del defensa holandés Joris Mathijsen y de Isco, solventados por Roberto.

Sin embargo, al filo del descanso, el Málaga se enganchó al partido. Fue un centro por la izquierda de Isco que aprovechó Sebastián Fernández, libre de marca, para empatar de cabeza.

El encuentro regresaba así al mismo camino del comienzo. El Málaga tenía muchos problemas para crear y uno de sus estiletes de banda, el lateral derecho Sergio Sánchez, se lesionó, por lo que tuvo que salir el central argentino Martín Demichelis.

El juego local seguía espeso ante un Zaragoza bien armado, con inteligencia y que no renunciaba al ataque.

El juego era insulso por parte malaguista, pero la calidad de algunos futbolistas y la suerte fue fundamental para adelantarse en el marcador.

Así, de nuevo mediado en este caso el segundo periodo, a los 67 minutos, un centro por la derecha de Isco tocó en el defensa paraguayo Da Silva, que desvió la trayectoria introduciéndose el balón en la portería de Roberto.

El Málaga había hecho lo más difícil. A partir de ahí, el Zaragoza se hundió, se entregó, y esto lo aprovechó el conjunto malagueño para marcar el tercero, tras un saque de esquina que remató de cabeza el argentino Demichelis.

Los locales se desmelenaron ante un equipo aragonés roto y desmembrado. Isco, muy activo en la última fase, marcó el cuarto, tras pase del venezolano Rondón, que buscó el gol incansablemente y lo obtuvo después de un centro de Monreal. Al final, goleada del Málaga ante un Zaragoza cada vez más cerca de Segunda División.