Sevilla: Javi Varas; Coke, Nico Pareja, Carriço, Alberto Moreno; M'Bia (Fernando Navarro, m.86), Rakitic; Jairo (Bacca, m.66), Marko Marin, Vitolo (Reyes, m.46); y Gameiro.
Villarreal: Asenjo, Mario, Musacchio, Gabriel, Jokic; Bruno; Moi Gómez (Aquino, m.76), Cani, Óliver (Jaume, m.69); Jonathan Pereira (Uche, m.62) y Giovani Dos Santos.
Árbitro: Eduardo Prieto Iglesias (C. Navarro). Sin amonestados.
El Sevilla y el Villarreal empataron 0-0 en un choque aburrido y sin ritmo, en el que a los sevillistas, ya clasificados para la Liga Europa, les pesó la resaca de su agónico pase a la final de ese torneo, el jueves en Valencia, mientras que a los amarillos puede valerles el punto para asegurarse plaza europea.
Los villarrealenses, séptimos, ahora con 53 puntos, deben esperar a que no gane esta noche el Valencia en el Santiago Bernabéu, con lo que conseguirían matemáticamente su clasificación para la Liga Europa, en tanto que el Sevilla se garantiza ser, al menos, sexto.
El Pizjuán acogía un duelo de fuste por Europa, con el Sevilla eufórico por su agónica clasificación del jueves para la final de la Liga Europa con el milagroso gol del camerunés Stéphane M'Bia en Valencia, y pese a sus dos derrotas seguidas (Bilbao en Liga y ésa de Mestalla), y el Villarreal, también después de dos partidos perdidos, a asegurarse matemáticamente la competición continental.
Con muchos cambios en ambos equipos, los amarillos, acuciados por las bajas al estar sancionado Trigueros y lesionados Pina, Dorado, Pablo Íñiguez y el francés Jeremy Perbet, salieron con Bruno Soriano en medio campo ayudado por el tridente formado por Moi Gómez, Cani y Óliver, y Jonathan Soriano y el mexicano Giovani Dos Santos arriba.
En el Sevilla, Unai Emery revolucionó el once. Dejó en el banco a hasta cinco titulares en Valencia: el meta portugués Beto, Fernando Navarro, el argentino Fede Fazio, Reyes y el goleador colombiano Carlos Bacca. Les suplieron el portero Javi Varas, Alberto Moreno en la banda izquierda, el luso Carriço -que pasó a la zaga con Pareja- y más adelantados el alemán Marko Marin y el francés Kevin Gameiro.
El choque comenzó sin intensidad alguna, con los sevillistas más relajados que otras veces y los castellonenses bien situados a la espera de crear a base de toque y velocidad alguna buena acción ante Varas, pero ninguno puso un ritmo alto y todo fue demasiado pausado.
En los primeros 20 minutos, con un fútbol lento y aburrido, llegaron los primeros avisos locales, muy tímidos, con lanzamientos desde la frontal de Vítolo y M'Bia, muy ovacionado como el héroe de Valencia por su gol en el minuto 94, y un remate en el área chica de Gameiro, tras un pase del croata Rakitic, que detuvo bien Asenjo.
También buscó el gol el Villarreal, aunque igualmente sin rapidez ni capacidad de sorpresa, y creó algo de peligro las pocas veces que Moi Gómez, Cani y Óliver se asociaron con Giovani, su hombre más vertical, que lo intentó en el minuto 6 con un tiro envenenado que salió fuera de milagro y en el 27 con un remate raso que paró Varas.
Sobre la media hora, el Sevilla se desperezó al entrar más en juego Rakitic, Gameiro y Vitolo, que, tras una pared con el francés, remató a gol, pero Asenjo le aguantó de maravilla y desvió a córner. Luego, Alberto Moreno cruzó demasiado el balón, pero hubo tan poca chispa en ambos equipos que ocurrió lo más lógico: 0-0 al descanso.
Tras el intermedio, los de Marcelino García Toral, que regresaba al Pizjuán después de entrenar media temporada al Sevilla (2011-12), salieron más despiertos. Giovani, cómo no, inquietó con un tiro seco que despejó Javi Varas y a los 51 minutos Moi Gómez remató fuera tras empalmar de primeras una falta ensayada sacada por el mexicano.
Emery sacó a Reyes, en el lugar de Vitolo, y el utrerano cabeceó mal un centro de Alberto Moreno, mientras que a los diez minutos de esta mitad llegó la oportunidad más nítida del choque: Reyes mandó un gran balón en profundidad a Jairo, pero a su «pase de la muerte» no llegó por centímetros Gameiro.
Después de que el Sevilla buscara mucha más profundidad metiendo al colombiano Bacca por Jairo, y tras un remate lejano e inocente del nigeriano Ikechukwu Uche -que salió por un desacertado Jonathan Pereira; luego lo hizo el mexicano Javier Aquino por Moi Gómez-, el Villarreal creó su mejor ocasión a veinte del final, pero perdonó.
En una acción similar a la de antes de Gameiro, pero con la gran diferencia de que Musacchio sí remató, el argentino falló un gol cantado al lanzar fuera, totalmente solo, un centro desde la derecha de Uche, cuando sólo tenía que empujar el balón al fondo de la red.
En la recta final, Gameiro buscó el 1-0 con un gran disparo desde fuera del área que salió fuera por poco y Alberto Moreno ya en la prolongación, sin éxito. Igual le pasó al visitante Cani, a siete de la conclusión, pero su remate con el interior buscando la escuadra tampoco halló el premio, con lo que acabó 0-0 un partido muy soso.
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