El delantero uruguayo del FC Barcelona, Luis Suárez, remata ante el guardameta esloveno del Atlético de Madrid, Jan Oblak, consiguiendo el gol del empate del conjunto blaugrana. | Mariscal

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Atlético de Madrid y Barcelona se repartieron anoche los puntos en su primer cara a cara en el Wanda. Los rojiblancos se adelantaron en el primer tiempo por medio de Saúl, pero el Barcelona encontró el premio a su insistencia en la segunda mitad y acabó llevándose un empate que mereció.
El partido arrancó con una gran jugada personal de Leo Messi tras hacer un pared con Luis Suárez que pudo perforar la portería del Atlético a los pocos segundos del pitido inicial. Pero tras unos minutos de desconcierto el Atlético despertó, que antes del minuto 10 ya puso a prueba a Ter Stegen en dos ocasiones, ambas desde las botas de Griezmann. En la primera, tras un error de Iniesta del que se aprovechó Correa para asociarse con el galo. Y la segunda después de burlar la marcar de Piqué y plantarse solo ante el portero, que desvió el balón con el pie.
Las dos oportunidades alertaron al Barça y se inició un intercambio de golpes que benefició al Atlético de Madrid. Era el minuto 21 y se inventaba un golazo Saúl desde la frontal del área al que no pudo contestar Ter Stegen. De ahí hasta el descanso el Barcelona controló muchas fases del juego, pero sin demasiada mordiente. Solo Messi hacía que el estadio contuviera la respiración cada vez que entraba en contacto con el balón.

Tras el descanso Simeone tenía el partido donde quería y el Barça empezó a subir de revoluciones para irse a un por un empate que fue mereciendo a medida que apilaba ocasiones. El Atlético se parapetó frente a su área para conservar el empate y la figura de Jan Oblak crecía con cada acercamiento claro que provocaba el conjunto azulgrana. El muro rojiblanco resistió muchísimo, pero se vino abajo en el tramo final. Concretamente, a falta de nuevo minutos. Sergi Roberto sacó un centro desde la banda derecha que encontró a su Suarez junto a la portería. El uruguayo, con un cabezazo picado, sorprendió al portero y selló en empate que hacía justicia a los méritos de uno y otro.
Con el empate fijado al marcador, fue el Barça quien llegó mejor a los últimos asaltos. El Atlético caminaba ya sin combustible y los de Valverde lo intentaron hasta el final.